OPINION

Los 11 factores que han llevado a Telecinco a 2 años ininterrumpidos de liderazgo de audiencias

mercedes mila jorge javier vazquez
mercedes mila jorge javier vazquez

Es la primera televisión privada que logra traspasar en España la barrera de dos años de liderazgo ininterrumpido en audiencias. El modelo de Telecinco está consolidado gracias a una estrategia de programación que ha sabido convertirse en referencia del entretenimiento, sintonizando con una mayoría social. Un éxito que se ha logrado así:

1. La vida en directo

Telecinco es la cadena con más horas de emisión en directo. Mañana, tarde y noche. Su parrilla se estructura alrededor de formatos contenedores que sirven como pilares reconocibles, fáciles de identificar por parte de la audiencia. Esto propicia, además, la imagen de que “si algo pasa, sabes que Telecinco puede estar contándolo en directo (e incluso haciendo show de ello)”. Con estas grandes franjas de programación definidas, el espectador ha interiorizado la programación de la emisora. El público sabe que por la tarde emiten Sálvame y por la mañana Ana Rosa. Es difícil perderse en la parrilla de Telecinco.

2. El monopolio de la tele-realidad

Telecinco se adelantó a la competencia cuando compró los derechos de emisión de Gran Hermano en el año 2000. Han pasado 15 años, tiempo en el que la cadena no ha cesado de utilizar la tele-realidad como truco para retroalimentar de contenidos toda la parrilla. No dejan descansar esta maquinaria. La tele-realidad de Telecinco se mantiene todo el año con distinto disfraz, pero misma esencia.

3. Propio imaginario de famosos

Si la tele-realidad es una fábrica de tensiones, emociones y otros quebraderos de cabeza para todos los programas, Telecinco ha creado un efecto colateral sin precedentes: la cadena ha hecho desaparecer a los famosos tradicionales de las revistas del corazón, con cachés muy costosos para sentarlos en un plató, y ha creado su propio imaginario de celebrities. Son las estrellas de las que se habla en la calle: famosos por obra y gracia de los programas de la tele a los que se han sumado también los propios colaboradores. Las portadas que más venden en las revistas surgen de Telecinco. Y Mediaset no necesita pagar una millonaria exclusiva para hacer un programa del cuore, directamente crea la noticia a partir de los colaboradores contratados en el programa. El colaborador no tiene escapatoria y la audiencia tampoco, pues la competencia se ha quedado fuera de este universo y no puede contraatacar.

4. Epicentro de la polémica

Telecinco está siempre en boca de todos, con una relevancia en medios y redes sociales que ya querrían otros canales. Para bien o para mal, nunca pasa inadvertida y, por un asunto u otro, es noticia casi a diario. Tiene enormes cantidades de detractores, pero hasta estos detractores gastan mucho tiempo y energía en opinar sobre el canal de Mediaset, cuando sería más efectivo hacerle el vacío o simplemente cambiar de cadena cuando algo no te gusta. La evasión e incluso indignación que produce Telecinco tienen un magnetismo innegable, capaz de generar amores y odios con la misma intensidad. Y los responsables de sus programas lo saben, porque como dijo Oscar Wilde: “Que hablen mal de uno es espantoso, pero hay algo peor: que no hablen”.

5. Cartera de presentadores de largo recorrido, muy reconocibles e identificables

Jesús Vázquez, María Teresa Campos, Jorge Javier Vázquez, Emma García, Jordi González… La cadena cuenta con un elenco de presentadores muy reconocibles. Los más queridos no son perfectos, pero sí carismáticos. Hablan un lenguaje próximo y cómplice. Y para propulsar esa imagen de marca de sus presentadores, cuelga sus fotos por los pasillos de la cadena, pasillos que salen a menudo en los programas. El espectador los percibe como una familia.

6. La luminosidad

Los programas de Telecinco tienen una puesta en escena demasiado monótona. Se ven todos casi idénticos, con su suelo diáfano y sus sillas. Lo que menos importa es la escenografía, pues en el modelo de Mediaset sólo se prima que exista mucha luz en cada programa. Para que entre por los ojos. Y es que existe el mito de que la oscuridad baja la cuota de pantalla. Es cierto, aunque también es verdad que hay oscuridades muy luminosas. Pero en la programación de Telecinco no hay tiempo para correr riesgos, es una fábrica en cadena que, salvo excepciones, tiene claro lo que busca: la evasión del entretenimiento más ligero. Sin más pretensiones. Hasta un concurso de preguntar de cultura popular, como Pasapalabra, huye de los tonos azulados que abundan en este tipo de concursos y marca la diferencia, centrándose en una claridad blanquecina omnipresente que no desentona con la linea del canal. Todas los decorados del canal huelen a Telecinco. El espectador los identifica rápido con la emisora.

7. Maximización de la producción interna

Telecinco cuenta con productoras de confianza. Pero, más allá de los diferentes formatos y las distintas empresas que los realizan, la cadena intenta unificar su producción en los estudios de la compañía, especialmente en la sede de Fuencarral (antiguos Estudios Roma). La ocupación de sus platós siempre está al máximo rendimiento, generando el sentimiento interno de cadena de televisión viva. Y encima sus programas son perfectos para provocar esa interconexión de comentarios, corredurías de pasillos y, en definitiva, un abstracto nervio imprevisible que traspasa la pantalla y que es un intangible pero imprescindible ingrediente para que una televisión fidelice espectadores que se sienten partícipes de lo que están viendo. La propia sede de la cadena es protagonista reconocible, un detalle crucial para crear marca empática con el espectador que termina sintiendo esos estudios de televisión como algo especial.

8. Crear citas

A pesar de que la mayoría de horas se centran en unos contenidos a medio camino entre el cotilleo folclórico y la emoción tensa, Telecinco entiende la necesidad de crear citas en su programación. Desde estrenos de cine que convierten en acontecimiento (en otoño se machacará con lo nuevo de Bayona), el lanzamiento de series o hasta con reapariciones estelares de colaboradores desaparecidos. Cualquier excusa es buena para inventar un acontecimiento histórico, aunque no lo sea ni de lejos. Porque en Telecinco logran a menudo esa sensación de‘lo estás viendo ahora y no lo volverás a ver’. Esa percepción de sentirse un voyeur colándote en algo cuanto menos peculiar. Y eso termina incluso arrastrando al éxito a los informativos, que han visto reducido su horario (incluso cuando se entrevista a líderes políticos, se realiza dentro del informativo) para no molestar más de la cuenta a los minuciosos cálculos que realiza la cadena para mantenerse fuerte en share ante sus rivales.

9. Las series

Las series de Telecinco suman nuevos adeptos a partir del público fiel de la cadena. Producciones como El Príncipe han sabido contar una emocionante historia que no ha excluido a los espectadores adictos al canal y, a la vez, ha logrado enganchar a seguidores de ficciones de otras emisoras.  También con los delirios de una comedia como La que se avecina, que pulveriza audiencias y que ha recuperado para la televisión a las nuevas generaciones que conectan con las travesuras valientes del patio de vecinos.

10.  Un punto gamberro

Hacer televisión es hacer televisión. Y, para ello, no hay que tener demasiados complejos creativos ni ir de excesivamente de dignos. Porque entonces transmites una imagen estirada, algo soberbia, propia de quien se cree mejor que los demás. Una televisión de hoy en día ha de ser un poco gamberra, pelín canalla y sobre todo muy terrenal. Y Telecinco tiene mucho de ese espíritu terrenal en su día a día que consigue una todopoderosa complicidad con su público objetivo.

11. La competencia

La competencia ha allanado el camino a la hora de consolidar el modelo de negocio de Telecinco. La nefasta gestión política en los últimos años sobre TVE ha llevado a la cadena pública del holgado liderazgo en audiencias a mínimos históricos. Mientras que Antena 3 ha hecho un gran trabajo en imagen de marca y en producción de ficción pero todavía no ha logrado que el espectador interiorice el canal como un todo que te acompaña las 24 horas del día sin necesidad de zapear. Y justo eso es lo que ha logrado Telecinco: el atractivo de la televisión que te acompaña, por inercia, de forma cotidiana. Ahora el trabajo de los rivales está en realizar alternativas creativas para posibilitar que España cuente con una necesaria televisión más plural en contenidos. Y eso se consigue no quedándose a medias tintas a la hora de producir nuevos formatos. En definitiva, apostando por la creatividad sin complejos. Ahí está el fuerte de Telecinco estos años: no tiene complejos con lo que hacen y eso que sus contenidos dan para tener muchos complejos...

@borjateran

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