OPINION

La crisis del coronavirus vacía los platós de TV de público (pero no de especulación)

El plató de Sálvame sin público por el coronavirus
El plató de Sálvame sin público por el coronavirus

Las consecuencias de la crisis del coronavirus empiezan a ser visibles también en los platós de los shows del entretenimiento televisivo. Programas como 'Sálvame', 'Todo es mentira' o 'Zapeando' se han realizado este martes sin la presencia de público.

Las cadenas han tomado esta medida preventiva por precaución, como ya sucede en la televisión italiana. Una decisión para frenar contagios evitando las aglomeraciones de personas que, al mismo tiempo, provoca una imagen inaudita: las gradas de los programas de entretenimiento completamente vacías. 

La normalidad de los programas de televisión se ve afectada. Sin aplausos, sin risas, con las sillas del fondo del decorado desiertas. Incluso la ausencia de público, sus aplausos y sus reacciones favorece un silencio en el sonido ambiente que cambia más de lo que parece el tono del formato en cuestión. Resultado: el coranovirus está omnipresente en la pantalla aunque no se esté hablando del coranovirus. Lo que también puede afectar al estado de alarma colectivo.

Ahora la responsabilidad de los jefes de las cadenas está en no convertir esa imagen de platós vaciados en una estampa del miedo y divulgar la situación desde la tranquilidad de un mero protocolo por cautela, como ha hecho Carlota Corredera en 'Sálvame Limón'. 

Pero el otro problema está en que el espectador, sumergido en tal inquietud, busca información sin tregua sobre esta crisis mundial que afecta a todos por igual. Lo que hace que se sumen a la crónica de la información sobre el coronavirus todo tipo de espacios, aunque su género se acerque más al reality del corazón. Así mantienen su cuota de pantalla. El público prácticamente no quiere ahora otros temas.

La audiencia demanda información constante de esta crisis pero, en cambio, las cadenas no cuentan con demasiadas novedades y la extensa duración de los programas obliga a dotar de un ir y venir de informaciones constantes a una maratoniana franja de emisión.

'Sálvame' coronavirus
En 'Sálvame' comentando el coronavirus.

Como consecuencia y aunque se rebatan noticias falsas y se hable con expertos, todos los magacines corren el peligro de caer en la especulación. Incluso acudiendo al comodín rompe-audiencias de los comentarios de colaboradores 'con tirón' que tienen muy interiorizado eso de conseguir el aplauso fácil. Aunque no haya público para aplaudir. Es el caso de Belén Esteban que este martes apostillaba en 'Sálvame': "El gobierno que actúe", como si nadie estuviera actuando...

Así, al final, se intenta frenar el virus vaciando los platós de público mientras que, a la vez, cuidado, se puede terminar expandiendo otra toxina a través de la misma emisión: el pavor social sugestionado por el debate que da alas a la conjetura.

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