OPINION

Los toros marcan mínimo de espectadores en La 1 ¿TVE debe emitir las corridas en horario infantil?

toros tve enrique ponce
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Las corridas de toros han regresado esta semana a las tardes de TVE. Lo han hecho con dato agridulce de audiencia. Sólo 877.000 televidentes (10,2 por ciento de cuota) siguieron la denominada fiesta nacional, lo que se traduce en un mínimo histórico de espectadores para una emisión taurina en la primera cadena. Sin embargo, la corrida, desde el coso de San Sebastián, sí consiguió subir la maltrecha media de la tarde de TVE. De hecho, dobló el share en su tramo.

Dos datos contradictorios, con una lectura de fondo: las audiencias están más fragmentadas que nunca y TVE vive su peor crisis, tras una mala gestión de su programación. El espectador se siente menos identificado con los contenidos de Televisión Española.

Los toros no alcanzan datos de antaño, pero logran una reactivación de la cuota de pantalla de un horario difícil para La 1. Además, esta semana, la emisión venía con expectación añadida: suponía el regreso de los toros a San Sebastián y contaba con la presencia del Rey emérito, Don Juan Carlos, junto a su hija, la Infanta Elena, y sus nietos, Froilán y Victoria Federica, como simpatizantes y defensores del festejo.

No obstante, estos ingredientes no han sido suficientes para evitar ese nuevo mínimo del número objetivo de espectadores (por primera vez menos de un millón) y el resurgimiento del debate ciudadano sobre este contenido (la dolorosa muerte de un animal en directo), que vuelve a situar en la palestra la cuestión: ¿debe emitir TVE una corrida de toros?. 

En horario infantil no tiene sentido. Menos aún, cuando la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y La Competencia) sanciona prácticas televisivas que tienen mucho menos impacto visual en la infancia.

TVE debe ser un reflejo constructivo de la sociedad en la que vivimos. En ese sentido, debe divulgar la tauromaquia como tradición representativa de España. Y con un calado social que parece evidente.

Pero esa divulgación no puede quedarse en la emisión de una corrida taurina como se realizaba hace veinte años, a capón, en franjas horarias de protección a la infancia. La televisión pública debe contextualizar, a través del rigor periodístico y el instinto televisivo, una costumbre que traspasa fronteras, por sus peculiaridades.

Sus rituales, su industria, sus creencias, pero también TVE debe plasmar sus incongruencias, sus detractores, sus miradas críticas. Porque Televisión Española debe unir a todos, sin exclusiones. No es una aspiración imposible, es el objetivo de una madurez democrática que quizá ya llega tarde en España.

Porque en los toros, como en tantos temas, TVE no debe posicionarse. Y, este jueves, se posicionó, incluso agradeciendo al monarca emérito la defensa de la tauromaquia, lo que genera división ciudadana. Sucedió en una retransmisión solvente pero que, al mismo tiempo, evidenció poca evolución en las narrativas visuales. La estructura de la retransmisión fue la misma que hace décadas (imágenes de la ciudad que acoge, plano general de la plaza, planos de reacción del público, especialmente de chicas guapas).

Pero el cometido de TVE no debería quedarse en una sola visión que es arte y parte. El viejo ente, a sus 59 años, debe enfocarse hacia la pluralidad de miras en la que el espectador siente que cuenta con todos las piezas del puzle que está observando. Una radiografía constructiva, crítica, entretenida, honesta y didáctica de un país que cuida y aprende de su tradición, pero sin dejar de avanzar hacia el futuro con un espíritu crítico. Una televisión que refleja su tiempo, aprende de su pasado y se anticipa al futuro.

@borjateran

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