OPINION

Marta López: el giro de Telecinco cuando la trama del culebrón se agota

María Patiño, Alexia Rivas, Telecinco
María Patiño, Alexia Rivas, Telecinco

La exconcursante de 'Gran Hermano' Marta López ha recuperado el protagonismo mediático gracias a la infidelidad de su exnovio, retratada a través de la accidentada webcam que se hizo viral. El morbo nacional estaba servido. Y los espectadores se engancharon a la trama, ansiosos de desconectar de la cruda realidad y sentir que la normalidad sigue ahí fuera. Aunque sea en el mundo de los cuernos de la prensa rosa.

Los primeros días del culebrón fueron retransmitidos prácticamente en directo en los propios estudios de Telecinco. Incluso se logró un encuentro de ex novios en el plató vecino de 'Sálvame'.

Sin embargo, con el paso de los días, el resto de personajes de la historia, Alfonso Merlos y Alexia Rivas, decidieron frenar sus apariciones en programas. Y, claro, la trama se ha empezado a agotar sin novedades. Porque los cotilleos que surgen muy bruscamente también suelen esfumarse tan rápido como aterrizan. De hecho, la épica pierde fuelle a gran velocidad si la trastienda de la historia es hueca y sus personajes antipáticos, como es el caso. En este triángulo, el vínculo de empatía del espectador se construye con la propia Marta.

Marta López descubre en el ‘Deluxe’ una segunda infidelidad de Alfonso Merlos
Marta López descubre en el ‘Deluxe’ una segunda infidelidad de Alfonso Merlos. / Telecinco

Así que, para que el interés no decaiga, los de Telecinco buscan inesperados giros de guion. Que si escarbar en un polígrafo, que si investigar en hemeroteca. Aunque la hemeroteca sea de hace diez años.

Pero, ¿qué sucede cuándo ya se agotan todos estos cartuchos? Sorpresa: Telecinco construye el drama directamente juzgando la ética de la protagonista principal, la que cae bien. Es decir, el debate de sus programas empieza a dar vueltas entorno si la 'exgranhermana' Marta López hace bien en hablar tanto de su relación o debería callarse.  

Es la destreza de Telecinco para crear contenido hasta generando cierta justicia moral sobre aquello de lo que vive: las personas que comparten las intimidades de su culebrón personal. Mientras traspasan el límite, los programas de la cadena se atreven a cuestionarse cuál es el límite. No es nada nuevo, la hipocresía es un instrumento clásico del mundo del corazón. Es más, es uno de sus sustentos. Al final, la moralina facilita que cierto espectador sintonice el 'Sálvame' de turno porque se siente superior criticando con un 'que no tienen principios'. Y eso da regustillo.

Por supuesto, la controversia de este debate no interesa nada a estos programas, sólo sirve para estirar una historia que interesa pero que se está agotando. Necesitan ganar tiempo a la caza de la reaparición en plató de otro personaje del triángulo protagonista o, simplemente, un nuevo vuelco en la trama como último o anteúltimo cartucho para salvar un serial de egos de usar y tirar.

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