OPINION

'MasterChef Celebrity' y el otro gran premio que no figura en sus bases

Las dos finalistas de MasterChef
Las dos finalistas de MasterChef

Ona Carbonell y Paz Vega han sido las dos finalistas del desenlace de MasterChef Celebrity 2018. A las doce de la noche, ha arrancado la emisión del duelo final de la tercera edición del concurso de TVE, que produce Shine Iberia. Esta vez, una medallista olímpica de natación sincronizada frente a una actriz que tocó Hollywood.

Aunque una foto publicada hace semanas en el Instagram de Jordi Cruz daba pistas del nombre de la ganadora, MasterChef ha sabido sembrar la duda. Lo ha hecho con un montaje frenético, que ha aguantado la emoción hasta pasada la una de la madrugada. Pero, al final, Ona Carbonell se ha llevado el concurso.  La deportista donará los 75.000 euros del premio a la Fundación Pequeño Deseo, además de la matrícula de un curso en el Basque Culinary Center.

No pudo ser. Paz Vega se ha quedado a las puertas de llevarse el trofeo aunque, realmente, es la gran ganadora del formato, pues se puede decir que su paso por el talent de La 1 se ha traducido en un vuelco en su popularidad. Esa es su gran victoria. Este es el otro premio que no figura en las bases del talent show. MasterChef ha terrenalizado a Paz Vega, ha descubierto su lado más cercano y empático y, como consecuencia, ha roto prejuicios que catalogaban de mala diva a esta actriz. Incluso para las propias celebrities que han competido con ella en las cocinas de esta edición del formato. Más de un susurro de sus compañeros dejaba caer que Vega no era tan estirada como aparentaba.

Y ahí, en ese poder de desmontar los prejuicios tóxicos sobre los personajes populares, se sustenta el éxito de fondo que cosecha MasterChef Celebrity, el programa más competitivo de la TVE actual y único espacio que ha conseguido liderar sobre la excelente temporada de Gran Hermano Vip. Nadie tose a GH, menos los masterchefs.

un éxito de tve

La guinda de un producto bien diseñado

El aderezo estrella que posee MasterChef está en que muestra a rostros populares fuera de su hábitat. Por una vez, no tienen el control delante de las cámaras y el público descubre a unos personajes más queribles, más imperfectos, más de andar por casa.

La atrayente gastronomía que surge de las pruebas de MasterChef Celebrity es adictiva porque conjuga emoción, ritmo, sonoridad y humor siempre desde una poderosa y contagiosa verdad. La verdad, ese ingrediente maestro que escasea tanto en la televisión de hoy. 

Esa verdad que es mucho más vigorosa si quita las corazas a 'serias' celebrities que, aunque a veces no lo parezcan, también son de verdad. Es más, en los talents shows también pueden participar estrellas de la farándula reales, no sucedáneos. La versión española de MasterChef lo ha conseguido en nuestro país. Los artistas quieren jugar y hasta sufrir si es entre los fogones de MasterChef, pues es una plataforma de visibilidad que da caché. Aunque la tensión de la competición termine destruyendo -literal y metafóricamente- el maquillaje.

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