OPINION

'Memes' en directo: Telecinco triunfa con narrativas de realización millennial en la tele clásica

Memes en directo en Telecinco
Memes en directo en Telecinco

Los usuarios de Instagram se han habituado a utilizar diferentes filtros que lo mismo te ponen unas pecas en la cara, que unas orejas y nariz de perro en la cabeza o hasta te transforman en la mismísima Paquita Salas. La tecnología permite estas travesuras que animan a hacer más divertida la experiencia del consumo de las redes sociales.

La televisión también va a terminar sucumbiendo al uso de estas máscaras digitales e interactivas, pues pueden ser un buen aliciente para captar con más gracia la atención del espectador. En 'Sálvame' ya lo hacen. El equipo de realización del show de Telecinco maneja con destreza las sobreimpresiones animadas. Por ejemplo, en las últimas semanas, hemos visto cruzarse por debajo de la pantalla a la reportera que se coló detrás de la webcam de un opinólogo político. 'Sálvame' transformó en gag animado la estampa viral, también lo intentan con con gestos y siluetas de concursantes de 'Supervivientes'.

Pero esta semana en 'Sálvame' han dado un paso más allá, incorporando un pajarraco que sobrevuela el plató y se coloca en el hombro, en la cabeza o donde se tercie de los colaboradores. Bueno, más bien, este muñeco digital es como el águila de 'Falcon Crest', pero con la cabeza de Avilés -cabeza que se mueve todo el rato como un buen ave-. Anotación: Avilés es el pequeño que falsificó el título de periodismo y prácticamente toda su vida para salir en la tele. Y, en efecto, acabó saliendo en la tele.

Pero el éxito de 'Sálvame' está en que el formato no sólo se queda en el morbo de comentar el cotilleo nacional y es agudo a la hora de crear iconografía con lo que narra y los referentes de la memoria colectiva para que la historia sea más rica visualmente. Aunque estén sentados cuatro horas en un plató de escenografía simple y hasta fea. No pasa nada, el equipo elabora un relato con la destreza de una realización muy viva que no teme ni siquiera a incorporar elementos digitales que son pura travesura cómplice con el espectador... y el propio presentador... y los colaboradores del corrillo indiscreto.  

Con estos guiños revoltosos se establece un todopoderoso lazo con la audiencia porque es tratada de tú a tú

La realización está escuchando el programa y parece disfrutarlo. Pocas veces está desprevenida. Está al quite con una conchabanza que entiende el programa y al público. Si un invitado se pone a comer, realización lo muestra. Si un tertuliano se duerme, realización lo enseña. Así se construye una fuerte fidelidad con la audiencia: porque existe autoría visual e intención narrativa. La realización de 'Sálvame' no sólo retransmite, la realización de 'Sálvame' narra.  Es más, el realizador pincha las cámaras como un curioso espectador más. De esta forma, potencia el carisma del show con una viveza consciente de su tiempo. Tanto que se atreve a incorporar elementos digitales en riguroso directo. Sin miedo a que alguien no los entienda. Resultado: 'Sálvame' crea memes antes que las propias redes sociales. Lo hace habitualmente con bromistas zooms, músicas apoteósicas, expresivos primeros planos de reacción, surrealistas pantallas partidas y, ahora, además incorporando pícaros filtros virtuales casi como los que exprimen los espectadores cuando se autograban 'stories' con su móvil. 

No es nada nuevo. La utilización de elementos de diseño sobreimpresionados para potenciar el atractivo de un programa es un clásico de la tele. 'Juego de Niños' de Javier Sardá ya la hacía hace tres décadas, como tantos otros formatos. Son muchos los programas que han incorporado dibujos en postproducción pero, en estos tiempos, se puede realizar la aparición virtual estelar en riguroso directo y con más versatilidad. Y hay formatos, como 'Sálvame', que son ideales para este tipo de acciones. Porque necesitan atraer la atención entre tantas horas de emisión y tantos impactos huecos, sí, pero porque también saben que el programa es mejor si la realización desprende una identidad propia especial que distingue al magacine sobre otros. Y ya es la repanocha si esa realización logra conectar con las inquietudes del público. 'Sálvame' no sólo alcanza esto, sino que además juega con sus espectadores de tal manera que se sienten implicados en el show, se sienten emocionalmente y traviesamente uno más. 

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