OPINION

Miriam Saavedra: cómo ser la malvada perfecta para impulsar el éxito de un reality como GH VIP

Miriam, GH VIP, Maldito muñeco
Miriam, GH VIP, Maldito muñeco

Es el gran éxito de audiencias de la temporada. Gran Hermano VIP alcanza picos del 30 por ciento de cuota de pantalla. Un triunfo infalible para Telecinco, pues rellena tres prime time completos a la semana con una misma inversión que, además, levanta la audiencia de otros programas de la cadena.

GHVIP 2018 funciona tan bien porque ha logrado unas tramas con chicha de telenovela, historias que no dan descanso al espectador. Una casa folclórica con buenos, malos y una gran diva de culebrón: Miriam, la villana entrañable que descoloca al personal en el hogar y que, al final, se convierte en la inesperada víctima que araña el cariño del público.

Miriam grita mucho, pierde el control, es carne de meme constante y una fábrica de frases hechas. Despierta o sonámbula, como cuando suelta "¡maldito muñeco!" en plan poseída. Documento digno de análisis en Cuarto Milenio. Pero, por eso mismo, funciona Miriam tan bien en televisión porque no sólo transmite histerismo, su personalidad también cuenta con cierta aureola cómica. Este tono caricaturesco es una característica crucial que hace respirar y relativizar la intensidad del personaje. Es más, lo transforma en más querible para una audiencia que se identifica con sus motivaciones.

El programa lo sabe. E impulsa la personalidad tragicómica de Miriam, que tras la expulsión (por ahora) de Isa Pantoja se ha convertido en epicentro del show. Porque el buen rendimiento de GHVIP 2018 también está en que el formato de Zeppelin está sabiendo narrar con un organizado desparpajo los delirios que suceden en la casa de Guadalix. Como si fuera un serial que, por suerte, no se toma demasiado en serio.

Así ha sucedido esta noche, cuando el programa ha dinamizado la gala con un vídeo en el que Miriam es o se hace la sonámbula. Lo que faltaba a la casa. La amada villana incontrolable por la noche.

La pieza es un puzle cómico que dibuja más el perfil de un complejo personaje de malvada alocada y su desquiciante relación con los compañeros. Un vídeo perfecto para comentar y retuitear en las redes, que ejemplifica la esencia original de GH: reírse de las cotidianas imperfecciones identificables  más que provocar un laberinto de oscuras polémicas que no van a ninguna parte.

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