OPINION

Netflix y los estrenos de grandes series en pleno verano: así cambian los hábitos del teleconsumo

La casa de papel tres
La casa de papel tres

El verano nunca ha sido temporada alta para estrenos televisivos. Ni 'Verano Azul' se lanzó en verano. Con la llegada del buen tiempo, las cadenas de televisión han optado históricamente por venderse a la reposición. El consumo audiovisual cae, la rentabilidad publicitaria disminuye y los operadores aprovechan para desengrasar la monotonía del curso con reposiciones de series con un toque veraniego, formatos refrescantes que no suponen un excesivo gasto y algún que otro nuevo programa que aproveche los aires estivales para probar suerte e ir rodando su contenido hasta asentarse con fuerza en la programación. Y ganarse un exitoso puesto fijo en septiembre.

Sin embargo, los consumos televisivos han evolucionado y las plataformas bajo demanda se han percatado de que las series ya no siempre tienen que esperar a septiembre. Las nuevas formas de ver la televisión propician que la vacación del espectador sea una buena oportunidad para colocar producciones fuertes en la bandeja de salida.

Lo demuestra 'Stranger Things', que llegó el 15 de julio de 2016 y se convirtió en un fenómeno. De hecho, Netflix ha esperado hasta este 19 de julio para estrenar la esperada tercera parte de 'La Casa de Papel' que es su producto con mayor audiencia en español, una serie original de Atresmedia. La multinacional norteamericana no aguanta a otoño para crear un evento con el retorno de los atracadores y no baja la guardia en el tiempo estival  en su obsesión para crear citas que sostienen la fidelidad del usuario con la marca Netflix. 

Porque el espectador sigue conectado a la tele en verano. Incluso más que antes, pues ahora se lleva esa televisión en el móvil y en la tablet. Los largos viajes en avión o en tren, en descanso en la playa bajo la sombrilla o simplemente la desconexión en el sofá de casa se acompañan con oferta televisiva.

Entonces, ¿las cadenas deben empezar a plantearse aumentar sus estrenos entre junio y agosto? A priori puede parecer que sí, pero es un nuevo escenario más complejo. La audiencia sigue bajando en verano en la televisión generalista, la clave está en que la producción que se ubique en vacaciones rompa con la rutina. Así que, salvo excepciones muy justificadas, no tiene sentido estrenar un gran formato de actualidad cuando las temperaturas suben: el público quiere 'resetearse' del caudal informativo del año.

Pero no sucede lo mismo con la ficción, que puede alcanzar un repunte en julio y agosto, especialmente cuando evade de las costumbres del día a día del espectador y le traslada a otros universos donde imaginar o, incluso, recordar otras etapas vividas más ingenuas o más añoradas. De ahí la decisión inaudita de FOX de programar el alunizaje del reencuentro de 'Sensación de Vivir' el siete de agosto. Impensable hace años, cuando la tele norteamericana era un páramo en estas calurosas fechas.

Es la reinvención sigilosa de los hábitos a la hora de ver la televisión. Siempre las vacaciones han sido un buen momento para testar productos, pero ahora son una jugosa ocasión para lucir grandes apuestas de ficción. La culpa la tiene la televisión bajo demanda que es fácil de llevar con uno mismo en los soportes móviles y, además, cumple un requisito crucial en periodos de descanso y ocio: no hay que recordar horarios ni ubicación en parrillas, el espectador decide cómo y cuándo verlo con esa libertad que uno busca cuando intentar escapar de los hábitos diarios.  

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