En febrero de 1997, Telecinco estrenó 'De domingo a domingo'. Un programa que pretendía emular una veterana fórmula de televisión italiana en la que un longevo magacín acompaña al espectador en la tarde del último día de la semana. De hecho, este formato se ha intentado probar en varias ocasiones en la nuestro país, con más o menos éxito. El objetivo inicial de aquel espacio era intentar hacer olvidar al personal que al día siguiente era lunes. Para lograrlo, se creaba una cita de entretenimiento aliada a la modorra y/o a la nostalgia dominical.
Los años pasan, la televisión ha cambiado. Mucho. Ya ni la propia televisión parece querer desconectar de la rutina. Ni siquiera los domingos. Incluso el cambio de presentadora de 'Viva la vida' en Telecinco fue en ese sentido: se pasó de un programa de fin de semana con la autoría de Toñi Moreno al frente a un versátil magacín de actualidad con Emma García como rostro que vale para cualquier tema. Por sorpresa, 'Viva la vida' mutaba a un espacio más intercambiable a tono con las necesidades del devenir de la actualidad y la polémica del día de la cadena.
Como consecuencia, en televisión empieza a dar la sensación de que todos los días son el mismo. Nada que ver con la fiesta familiar en una jornada especial que pretendía aquel 'Domingo a domingo' de Belinda Washington que, años más tarde, en 2003, versionó Ramón García en las tardes de La 1 con 'Un domingo cualquiera'.
Pero el reto de las cadenas actuales pasará por aquella televisión hábil a la hora de recalcar que sus domingos no son otro día cualquiera. Y ahí surge una oportunidad de La Sexta para ejercer una alternativa dominical que canalice el valor de romper con la rutina sin perder el ojo de la información. La marcha de Cristina Pardo de 'Liarla Pardo' para presentar, a partir de septiembre la franja de 'Más vale tarde' junto a Iñaki López, permite al canal verde abrirse en contenidos en el séptimo día de la semana sin perder su espíritu de cadena pegada al directo.
El nombre elegido para este tramo es Nuria Roca. Su sustitución de Pablo Motos durante unos días en 'El Hormiguero' recordó sus conocidas y reconocidas cualidades como presentadora a una 'televisión' que, en cambio, a veces es muy olvidadiza.
El éxito de este programa estará si el nuevo magacín apuesta más por temas que ayuden a destacar en pantalla la todopoderosa sonrisa de la presentadora que dar rodeos especulando con la actualidad de siempre. Ahí está el desafío que tiene por delante La Sexta, un canal que estos días vive una pequeña revolución en su parrilla. Sus rostros bailan y, a la vista de los cambios, cogen peso comunicadores que no sólo se desenvuelven bien en información: también manejan los tempos del entretenimiento. Iñaki López y Cristina Pardo en 'Más vale tarde', Jose Yélamo en 'La Sexta Noche', la propia Nuria Roca en los domingos tarde...
Porque, como la política, en televisión todo puede girar cuanto menos lo esperas. Y es una realidad que el público quiere una apertura de contenidos informativos en directo más allá de la intensidad de la retransmisión al minuto del juego de los partidos (políticos) de los últimos tiempos. Arús lo ha evidenciado, los requiebros de la actualidad dirán.
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