OPINION

'OT Fest': fallos y aciertos de un festival para alimentar el regreso de 'OT'

OT Fest
OT Fest

La rentabilidad de un programa de televisión no sólo depende de las audiencias, también de su capacidad para consolidar una marca icónica. Mejor aún si esa marca genera interés incluso cuando el formato no está en emisión. En 'Operación Triunfo' han interiorizado bien este concepto. El mítico talent es mucho más que un show televisivo e intenta mantener su mecha prendida durante todo el año. Aunque no se conozca ni siquiera el momento de su retorno con una nueva temporada real.

OT no cesa de alimentar sus interés en redes, pero necesita contenidos nuevos. Y Gestmusic, productora de 'Operación Triunfo', se ha sacado de la manga el 'OT Fest', que se ha celebrado este jueves en los exteriores del Parc audiovisual de Catalunya, donde está situada la actual Academia. Una pequeña acción, emitida en directo a través de Youtube, con la que se consigue un repunte de atención que pone el foco en el formato.

Así se impulsa la expectación por el regreso del programa, la conversación y especulación sobre el talent crece y, al existir nuevos vídeos en los canales online del programa, OT obtiene otro tipo de beneficios. 

La espera sobre la vuelta de OT se hace más corta y la expectación por la nueva etapa se amplifica. O eso se intenta. En este sentido, el programa ha acertado a la hora de dar la oportunidad a nuevos talentos -y posibles nuevos concursantes- de actuar en este festival de verano, hecho en una tarde con ajustada inversión económica.

Los seguidores más fieles de OT han podido conocer a nuevas promesas que han pasado un casting online a través de covers subidos a sus redes sociales. ¿Participarán en el nueva etapa? El debate está servido.

Además, la disposición del set de la emisión también ha sido inteligente. Se ha aprovechado la escalinata real del viejo Hospital del Tórax, ahora sede del Park audiovisual de Catalunya, donde se realiza el actual OT. Todo exterior, sin necesidad de construir ningún decorado que merme la amplitud del espacio. Sólo luz natural apoyada con puntos de fuga de vegetación que daban ese frescor veraniego a la cita.

Frente a la escalinata, con un pequeño practicable como escenario, unas sillas con los cantantes participantes y Noemí Galera en el centro asistiendo a ese concierto. A falta de escenografías, la emisión online se enriqueció con una buena dosis de planos de reacción que vestían el talento de las interpretaciones musicales.

De esta forma, el espectador desde casa descubría nuevos artistas que quizá sean nuevos concursantes y, a la vez, opinaba sobre la comunicación no verbal de quién estaba en el patio de butacas, empezando por las muecas de disfrute de la propia Noemi Galera.

Como gancho, el programa también ha acogido a viejos concursantes de 'Operación Triunfo'. Reencuentro al canto: Miki Núñez, Alba Reche, Natalia Lacunza, Carlos Right, Dave Zulueta, Julia Medina, María Escarmiento, Nerea Rodríguez, Raoul y Ricky Merino volvieron al lugar en el que se encuentra la actual Academia. Pero faltó algún cantante o grupo que sirviera más de cabeza de cartel para potenciar con más fuerza el interés por esta acción fuera del universo de 'OT'.

Y es que el fallo de 'OT Fest' es que se ha quedado a medias. No ha trascendido. Ha sido un programa distendido y solvente pero podría haber contado con un mejor equilibrio de artistas invitados con los que ganar nuevos adeptos y ser noticia más allá de los medios que tratan este tipo de contenidos habitualmente. La emisión ha atraído, en directo, a los 25.000 fieles acérrimos de 'Operación Triunfo' pero no ha sumado otros públicos al apasionado debate sobre el programa y al runrun sobre cómo debe de ser su retorno.

Lo ideal sería que 'OT Fest' fuera un festival de verdad: con sus conciertos, con sus pulseras, con sus grupos independientes, con su fusión con la televisión, con su público vibrando. Pero eso necesita más inversión, tiempo y logística y, al final, el primer 'OT Fest' ha parecido más una especie de cine de barrio de verano con versiones musicales. Que no es malo. De hecho, ha logrado su objetivo: hacer algo de ruido, pero no ha hecho todo el ruido que puede hacer OT alejado de la final de 'Supervivientes' y aprovechando mejor el escaparate del secano televisivo del verano. Un páramo donde no existen demasiados rivales y hay muchas ganas de que alguien venga a refrescarnos.

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