OPINION

'Pasapalabra' estrena una nueva versión y muestra una contradicción de la TV de hoy

Pasapalabra en familia
Pasapalabra en familia
Pasapalabra en familia
Los dos Gálvez, padre e hijo.

Sin famosos, pero con familiares. Así es el nuevo Pasapalabra, que ha llegado para cubrir el hueco de Cámbiame. Para remontar en el horario de 13.30 a 15 de la tarde, Telecinco ha decidido optar por un viejo conocido del espectador antesque probar un nuevo formato en una franja. No hay tiempo para experimentos, ya que La Ruleta de la Suerte está muy fuerte en Antena 3. Como consecuencia, se ha realizado una táctica sobre seguro y se ha acudido a una marca reputada de la cadena.

El canal no tiene que invertir en los derechos de un nuevo formato ni construir un nuevo decorado. Sólo ampliar las horas de grabación de uno ya existente. Así, como si fuera el Telediario, Pasapalabra ahora cuenta con dos ediciones. La de mediodía y la de tarde.

Visto el estreno, las dos versiones del concurso son muy parecidas. Pruebas de adivinar canciones, pícaros retos con palabros y, por supuesto, el rosco como apoteosis justo antes del informativo. Igual que por la tarde.

Pero, claro, para no agotar la fórmula de éxito del longevo espacio, este programa ha diseñado ciertas diferencias. Por ejemplo, al mediodía el rosco se juega en parejas, se juega en equipo. Porque este Pasapalabra va de participar en familia. De ahí el nombre de Pasapalabra en Familia. Muy rebuscado tampoco es.

La familia es el sello diferencial para estirar una marca muy rentable para Telecinco. Aunque con la marca no basta. Así que, en esta experimento, el programa ha optado por empezar rescatando a concursantes populares, que triunfaron en la edición original. El público ya sabe quienes son y tiene la oportunidad de conocer a dos familiares y su detreza acertando o fallando palabras, que eso siempre gusta. Pero este aliciente tampoco es suficiente.

Así que, en la primera emisión, el equipo del programa ha maquinado ciertas sorpresas al presentador Christian Gálvez, que ha visto como aparecía en el show su pareja, Almudena Cid, o como ha ejercido de azafato de la prueba musical su padre. Un padre, por cierto, con mucha guasa: "Es la primera vez que vengo y también será la última", ha sentenciado con ironía.

Sorpresas, familias y rosco por pareja para revestir al programa de momentos que despertaran en el público cierta sensación de acontecimiento especial. Porque en Telecinco conocen bien que no siempre ha funcionado el truco de duplicar un concurso. Ya se intentó en TVE con Saber y Ganar sin buenos resultados. Tal vez, por eso mismo, en Telecinco no paran de repetir que este Pasapalabra es un estreno. Que parezca algo nuevo, aunque no lo sea.

Contradicciones de la televisión de hoy: en la que para minimizar el riesgo de una nueva apuesta es importante que el espectador reconozca la dinámica y los personajes a los que se enfrenta y, al mismo tiempo, también es crucial que ese mismo espectador no piense que ya lo ha visto antes. Difícil equilibrio... Así que repita mucho, y muy fuerte, en todas las telepromociones de la cadena aquello de ¡estreno, estreno, estreno! Ya se sabe, en televisión si se repite mucho una idea lo termina pareciendo.

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