OPINION

El representante español de Eurovisión 2018 saldrá de Operación Triunfo: las claves

Amaia y Alfred, en la tercera gala de OT, interpretando La la land
Amaia y Alfred, en la tercera gala de OT, interpretando La la land
Amaia y Alfred, en la tercera gala de OT, interpretando La la land
La emoción de la mirada que sonríe.

La cuenta atrás para Eurovisión 2018 ha comenzado. El eurofestival se celebrará en Lisboa y TVE debe elegir ya a su representante. Así lo ha anunciado Roberto Leal, en directo, esta noche. Era evidente, la repercusión del nuevo OT es el motor perfecto para revitalizar el festival en España. 

Con OT como antesala de Eurovisión, el canal estatal amortiza una inversión ya realizada, pues el plató y la infraestructura de las galas ya está montado y rodado. Además, de esta forma, puede alargar la vida útil de un formato que está evidenciando un buen rendimiento en la noche de los lunes. No sólo en audiencias tradicionales, también en repercursión entre público joven en las nuevas plataformas.

Pero, sobre todo, apostando por Operación Triunfo 2017 como formato trampolín para decidir el representante español de Eurovisión, TVE se asegura aumentar la expectación perdida por el mítico festival. Es decir, amplificar la audiencia que logrará el famoso concurso de canciones. El motivo: Operación Triunfo ha conseguido involucrar a una audiencia fiel en el día a día de los concursantes. El espectador conoce la personalidad y temperamento de cada alumno de la Academia. Es más, el público se siente partícipe de sus evoluciones, sus errores y sus aprendizajes. Como consecuencia, la audiencia se implicará con más pasión en la candidatura de España en el eurofestival de 2018.

Frenar la tendencia de pérdida de interés

En los últimos años, Eurovisión ha sufrido una pérdida de interés en España por parte de la audiencia generalista. El principal problema ha estado en que el espectador no se ha sentido implicado con la propuesta de los candidatos seleccionados. Incluso, en determinados casos, ni conocía a los participantes por parte de TVE. La popularidad de Manel Navarro o Barei se quedó anclada en el limitado nicho de eurofans.

Hacer sentir a la audiencia partícipe de la selección del candidato y de la canción de Eurovisión a través de la marca de OT es una oportunidad en bandeja para Televisión Española. Una oportunidad para que crezca el seguimiento en España del icónico festival gracias a que el público nacional ya está implicado en la evolución académica y vital de los luminosos y diversos talentos que conforman el casting de OT2017.

Y esa luminosidad y diversidad del casting debe trasladarse a una TVE que se muestra al mundo, cada año, con Eurovisión. Un festival que siempre brilla con brío y expectación si el público siente suyo al candidato. Y los concursantes de OT ya empiezan a ser como de la familia. 

Al final, en el éxito de Eurovisión, además de la propuesta musical, lo importante es el seguimiento y el apoyo social de la candidatura, no tanto que el artista sea popular o no previamente.  Y, a favor del elenco de OT, juega que todos ya son músicos y cuentan con experiencia en las dificultades de enfrentarse a un directo de un show de TV. Ese aprendizaje ya lo están adquiriendo en la Academia y en las galas semanales. Porque no hay que olvidar que Eurovisión es un show de TV. De OT saldrá la mejor posibilidad para revitalizar Eurovisión en TVE.

EL gran PRECEDENTE

El Eurovisión más visto de la historia de TVE

El fenómeno social que supuso el primer Operación Triunfo propició el Eurovisión más seguido de la historia con un 85,2 por ciento de cuota de pantalla. Rosa López, y su Europes´s living a celebration, paralizó y unió a un país. La cantante no ganó, quedó en séptima posición con 81 puntos. Pero sí logró el minuto más visto de la televisión en España desde la implantación de los estudios de audiencia. El público masivo se sintió partícipe de la propuesta, había visto crecer a Rosa, en vivo y en directo, durante meses.

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