La historia se repite. La primera semana de septiembre ha supuesto el arranque del curso televisivo. Sin embargo, un año más, las cadenas están siendo cautas en el lanzamiento de sus nuevas propuestas. Se ve que nadie quiere arriesgar primero. Menos aún en este 2020 de crisis sanitaria, con la televisión sumida en una temerosa cautela.
Así que, este miércoles, Telecinco ha decidido programar, de nuevo, como oferta estelar de prime time, 'Pretty Woman'. Sí, una película de 1990 repuesta hasta la extenuación. 30 años después de su taquillazo en cines, proyectar 'Pretty Woman' como arma arrojadiza para brillar en horario de máxima audiencia define el modelo de televisión al que asistimos, donde la producción propia de estreno se minimiza de manera abrupta hasta que las emisoras se aseguran de que hay suficiente consumo e inversión publicitaria para que el negocio funcione.
Por tanto, surgen vacíos de programación. Y mejor rellenar estos socavones de propuestas que siempre garantizan un share decente. Sin ir más lejos, el año pasado Telecinco la emitió otras dos veces, en abril y en septiembre, con un 12,1, y un 11% de share respectivamente. Así que, una vez más, Julia Roberts y Richard Gere vuelven a ser salvavidas nostálgico para Telecinco. No es nada nuevo, ya en los años noventa, si querías impulsar las ventas de una revista sólo tenías que poner en portada a Roberts, llamada "la sonrisa de América" (también funcionaba Alber Einstein, pero esa ya es otra historia). En televisión, ha sucedido lo mismo: durante las últimas dos décadas, programar esta película de Garry Marshall ha equivalido a propulsar las audiencias.
Nuestras cadenas se han disputado este mítico largometraje para programarlo hasta el cansancio. Siempre con éxito. Ha ido y venido por todos los grandes canales. Aunque en las últimas emisiones el desgaste ha sido obvio, es una realidad que al público le sigue encantando revivir una y otra vez la historia de amor entre Vivian Ward y Edward Lewis. Un cuento de hadas clásico pero al mismo tiempo con toque rompedor en su momento, pues aquí la princesa salvada por el apuesto caballero ejerce la prostitución en las calles de Los Angeles.
La primera emisión de 'Pretty Woman' en la televisión en España, el 2 de enero de 1994 en La 1 de TVE, supuso un fenómeno de audiencias con 9.223.000 espectadores y 55.6 por ciento de share. Datos imposibles hoy. Inalcanzables para Telecinco en este miércoles pero lógicos en aquellos años donde el gran público solo podía ver una película en cines, alquilándola en VHS o cuando la emitían en la tele en abierto.
Mucho ha cambiado nuestro panorama audiovisual pero en Mediaset saben que esta historia de romanticismo paternalista es propensa a ser revisada constantemente y, además, es de lo más coherente con la cultura social de cotilleo de clichés que alimenta la programación diaria de los dimes y diretes de la cadena. El cotilleo es lo que está a punto de destruir la relación de Vivian y Edward. Y el argumento tiene en general un punto aspiracional para los fans de los famosos del universo 'Mujeres y hombres y viceversa': esa búsqueda de la pareja que te cuida, que te enseña, que te rescata y te cambia para siempre. Y que lo hace porque tiene mucho dinero, claro.
Pensándolo bien, de hecho, el guion de 'Pretty Woman' es como una trama más de 'Sálvame' y los realities del canal, que siguen alimentándose de rumores sobre mujeres que han ejercido la prostitución en el pasado (los colaboradores hasta usan últimamente el término 'Pretty Woman' como eufemismo), sobre quién vende ahora su intimidad en una aplicación denominada 'onlyfans' o sobre qué joven veinteañera está con un hombre que le saca casi treinta años. Quizá por eso la programan tanto, porque Vivian Ward está como en casa en Telecinco.
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