OPINION

¿Qué tiene en común la elección del Papa y 'Gran Hermano'?

Colocada la chimenea de la Capilla Sixtina antes del cónclave
Colocada la chimenea de la Capilla Sixtina antes del cónclave
Empleados del Vaticano colocaron el sábado una chimenea sobre la Capilla Sixtina, dentro de los preparativos para el cónclave de cardenales que elegirá al sucesor del papa Benedicto XVI. El cónclave comienza el martes, y los cardenales emplearán la c

115 cardenales de 50 países diferentes. Aislados y privados de sus smartphones. Una capilla, la Sixtina. Y sólo puede quedar uno: el que será el 266º Papa de la historia de la Iglesia.

Definitivamente, el segundo cónclave del tercer milenio es un reality que podría ser emitido con éxito en más de una cadena de televisión.

Y es que el cónclave para la elección del nuevo representante de Dios en la Tierra cuenta con hipnóticos ingredientes para la adicción televisiva: un decorado espectacular,  la guardia vaticana incomunicando a los cardenales con el exterior, la convivencia, el conflicto del complicado debate entre ellos y la tensión perfecta a través de un elemento escénico clave, la chimenea. El mundo mirando a un tejado.

La fumata es ese humo que anuncia si hay o no Papa. Si es blanco, habemus Papam; si es negro, como el de Perdidos, aún habrá que esperar. Esta simbología es todo un elemento dramático que parece que se le ha ocurrido al mismo becario que ideó Gran Hermano. Pero no, no estamos en el programa de Mercedes Milá, aunque a ratos lo parezca.

Benedicto XVI fue elegido el 19 de marzo de 2005 en cuarta votación, Juan Pablo II el 16 de octubre de 1978 en octava y Juan Pablo I el 26 de agosto de 1978 en cuarta. ¿Cuánto durará este cónclave? Lo que es seguro es que durará mucho menos que la estirada edición del último Gran Hermano.

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