OPINION

'Radio Gaga': el programa que hace mejor la TV (y que tal vez ni sabes que existe)

Radio Gaga
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Dicen que en televisión todo es mentira. Pero llegar al rodaje de Radio Gaga es asistir a una bofetada de verdad.

Radio Gaga es un documental semanal -regresa esta noche a las 22h. al canal Cero de Movistar Plus- en el que Quique Peinado y Manuel Burque acuden a distintos lugares que acogen a personas con un punto en común. Desde una casa con familias con niños enfermos de cáncer (La Casa dels Xuklis) a la fundación Rais que ayuda a los sin techo. Allí, los dos presentadores montan una caravana, en la que duermen y que, en realidad, es un estudio de radio.

Y, al infiltrarse en la grabación de Radio Gaga, se encuentra justamente eso: a Quique Peinado y Manuel Burque emitiendo desde su caravana. El programa, aunque no se vea por la televisión, hasta instala una antena, que sirve de centro emisor real. Que emite, que se sintoniza. Porque hacen un programa de radio de verdad, que se escucha, en directo, a través de transistores que entrega el equipo a los habitantes de cada centro que visita la pareja de presentadores en cada capítulo.

De eso va Radio Gaga: de escuchar. Lo hace en una televisión que no siempre se acuerda de escuchar. Menos aún a personas que son, en cierto sentido, excluidas de la sociedad por el prejuicio a su diferencia. Cuando, en realidad, lo esencial de la vida nace de las diferencias.

Radio Gaga es un programa para creer más en el ser humano. Es más, realiza una importantísima labor de divulgar y visibilizar temas que no siempre el espectador quiere ver en televisión por el prejuicio que generan. Pero Radio Gaga se atreve a mirar a la discapacidad, al cáncer,  a la enfermedad mental... y lo hace desmontando estigmas sociales. Porque escucha a personas con la normalidad y proximidad que merece. Todo un viaje para el espectador, que gracias a este programa entiende realidades que no entendía y hasta se identifica con el trasfondo de ellas.

El humor es un aliado en Radio Gaga. Junto a la fuerza que crea el envoltorio de la radio, que provoca una intimidad en la que es más fácil relajarse y hablar sin el nervio de los focos de la TV que provoca corazas.

Lo que no se ve de la grabación del programa

En Radio Gaga las cámaras de la tele no son intrusivas, sus protagonistas casi ni sienten la posición de los camarógrafos con el objetivo de que no obstaculicen la conversación de Peinado y Burque.

Y Peinado y Burque cuentan con la intuición perfecta para que la charla fluya. Escuchan, bromean, incluso callan. Y si existe algún fallo técnico que obliga a parar la grabación, por ejemplo que se cuele algún ruido del ambiente que produzca interferencia en el sonido de la charla, aquí no cortan de cuajo como en cualquier rodaje en el que alguien grita que hay repetir. No, tranquilamente, con olfato, calidez y sensibilidad, Peinado o Burque explican con humor inteligente al invitado que el técnico de sonido es muy tiquismiquis y, de esta forma, siguen la conversación con naturalidad. Porque en televisión es importante que el convidado también entienda lo que pasa y se sienta respetado, que se sienta estimado.

Radio Gaga representa la tele que hace mejor la tele. Sin morbos edulcorados. Sin condescendencias hipócritas. Sólo con el poder de la verdad de la conversación que retrata, con emoción pero sin sensiblerías, realidades cotidianas que no siempre la televisión quiere afrontar, descubriéndonos que somos tan diferentes y, a la vez, tan iguales. Todos queremos ser escuchados, todos queremos querer y ser queridos, todos queremos que nos dediquen canciones, todos queremos sonreír.

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