En la gala 60 aniversario de TVE

Raffaella Carrà y lo que no se vio del último gran show que presentó en España

Raffaella Carrà, atenta a sus compañeros en un momento de los ensayos de la gala 60 años TVE
Raffaella Carrà, atenta a sus compañeros en un momento de los ensayos de la gala 60 años TVE
Borja Terán

Diciembre de 2016. Llego a Madrid Arena. Entro por la puerta de atrás. Tras bajar una especie de larga rampa, cruzar un pasillo de feo cemento.y traspasar unas gruesas compuertas debajo de una grada, veo a lo lejos a Raffaella Carrà. Ahí está, ella, iluminando el centro de uno de los últimos grandes escenarios construidos para nuestra televisión. El decorado está presidido por una gran escalera de luces y pantallas leds. Se trata de la escenografía diseñada para celebrar el 60 aniversario de TVE y Carrà es la carismática maestra de ceremonias elegida para ello. 

A su lado, Nia Sanjuán, directora de la ceremonia junto a Tinet Rubira. Están repasando el guion de una gala plagada de un ir y venir de protocolos, humoristas y cantantes versionando himnos de nuestra vida. Y, claro, Raffaella también canta. Será el gran momento de la noche. Pero los ensayos de esta celebración de TVE son otro espectáculo y no se verán por la tele.  Ahí, en estos preliminares, se entiende el éxito de Carrà: es proactiva, esforzada, aporta ideas y generosa a la hora de ensayar. Es más, incluso parece que quiere ensayar más tiempo del que realmente necesita. Es una de las claves de la televisión: la mejor improvisación es la que está muy ensayada. Si controlas todo el guion con minuciosidad, después podrás incorporar cualquier imprevisto con naturalidad. Porque, a veces, la realidad que surge mejora el relato planificado.  Raffaella lo sabe, Raffaella lo pone en práctica. 

Raffaella ensaya su texto. La que más. Para eso es la estrella principal. Aunque, a la vez, no sólo se preocupa de su texto. Lo interesante es que está atenta a todo el planteamiento del programa especial. Desprende una curiosidad aplastante que recuerda que la televisión (y la vida) es trabajo en equipo. Tienes que estar atento a tu alrededor, que es tu aliado. Raffaella está atenta a su alrededor y, además, se implica con su alrededor.

De hecho, lo más emocionante de los preparativos del especial de los 60 años de Televisión Española fue ver como, mientras otros presentadores cuando acaban de repasar su cometido corren a su camerino a descansar o estudiar otro guion, Carrà se queda discreta en una esquina bajo el escenario viendo como ensayaban el resto de artistas que participan en el espectáculo. Y los mira con la ilusión de esa primera vez que entras en un plató. Aunque ella, de todos los que allí se encuentran, es la que más tiempo ha pisado un plató. Ese interés es toda una lección: no se mira sólo a sí misma y aprende del resto. 

Incluso se arranca a bailar bajo el escenario cuando ensayan los cantantes. No es su momento, pero está, ahí, casi como alguien que ha acudido de público. Disfrutando del espectáculo como una más. Aunque no es una más. Esta no es una anécdota baladí, define su arte. Era la gran diva protagonista del sesenta cumpleaños de TVE, pero lo bonito e inspirador es que estaba implicada con la sabia emoción del que no quiere dejar de aprender de las oportunidades que otorga la vida. Por eso, probablemente, pocos la llamaban ya Carrá. Era, es y será simplemente Raffaella.

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