OPINION

Rosalía y el error que supone 'vetar' a Susi Caramelo

Susi Caramelo sufriendo.
Susi Caramelo sufriendo.

Es la reportera viral. Su comedia en formato reportaje callejero se ha convertido en la revelación incontestable de la temporada. Y, sin embargo, se quedó compuesta, con uñas gigantes postizas y sin Rosalía en el photocall de los premios de Los 40, celebrados este viernes en Madrid.

Susi Caramelo no necesitaba a Rosalía. Tenía muchos ases en la manga. Hasta osó en hacer pruebas de alcoholemia a los invitados. Alguno con el índice de alcohol muy disparado -como después se vio en la ceremonia-. Pero a Rosalía, tal vez, si le hubiera sido un excelente golpe de efecto jugar con esta monologuista unos segundos. En cambio, fue al revés: Caramelo ironizó con que la del 'tra tra' le había vetado.

Una de las claves del éxito rápido e internacional de Rosalía está en que  maneja minuciosamente cada paso que da. El equipo que rodea a la intérprete de 'Malamente' piensa cada movimiento como una gran estrategia de marketing.  Con inteligencia, todo está bien atado para seguir dibujando la aureola de icono de música internacional. No sólo vale que cante, hay que cuidar todo lo que rodea al cante para crear estampas que empujen más esa imagen de grandilocuente artista que traspasa.

De hecho, en la propia gala de 'Los 40 Awards', Rosalía cerró el show pero no lo hizo con ese gran número de baile que se esperaba y favorecía la apoteosis final de subidón energético que necesitaba la gala. No, se optó por un tema tranquilo, íntimo, 'Dios nos libre del dinero' que Rosalía cantó mientras bajaba de una estructura de bombillas y caminaba por la pasarela del escenario. Hizo un recorrido. Y se marchó.

No hubo coreografía. No hubo subidón. Simplemente una puesta en escena para no descuidar un grado de iconografía -con las bombillas y la escalinata- que siempre intenta el equipo de Rosalía para que sobresaliera en espectacularidad y que su paso por la entrega de premios quedara marcada en las retinas de la audiencia. Pero con un playback sin arriesgar.

Hábilmente, el equipo de Rosalía entiende que Los 40 no son una entrega de premios ensayada para que luzca por televisión. Se parece más a un concierto que se graba de una manera caótica para ser visto por la pequeña pantalla. Así que no se la juegan con una complicación que quedaría inmortalizada desordenadamente y, por tanto, no se vería en armonía por la tele, restando puntos a la mitificación que se construye de todo lo que toca la propia artista.

La interpretación de 'Dios nos libre del dinero' era más controlable y fácil de grabar. Rosalía no se sobreexponía. Dejó la complicación de puesta en escena para los premios de MTV en Sevilla. Porque la MTV crea la gala pensando sólo en crear grandes videoclips en directo que se vean a nivel internacional. Perfecto para Rosalía,  mientras que su paso por Los 40 fue más superar el compromiso con una sencilla solvencia sin riesgos para la cantante. Lección de Rosalía: no hay que hace todo lo que te proponen, hay que elegir bien dónde y cómo brillas. Y ahí es decisivo el envoltorio de los escenarios con una dirección artística controlable, te impulse y que no te engulla.

Parecido sucedió con las entrevistas previas. Todos los periodistas con micrófono en mano en la alfombra querían a Rosaría para ellos solos. Pero su equipo decidió que sólo unos cinco medios hablan con ella en un corrillo. Casi como si fuera una rueda de prensa. Y ahí, mal, no estaba Susi Caramelo y su humor, que transmite tanto porque tensa la cuerda de las ideas sin demasiados límites.

Un error de su equipo, pues a Rosalía ese choque con la reportera del momento hubiera sido un chute de visibilidad que aproximaría aún más a la cantante en esta táctica publicitaria de crear una gran diva mediática que tan bien están logrando. No obstante. Susi ya es el equivalente en reportera a una folclórica global como ella.

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