OPINION

'Sálvame', reality y pandemia

Lydia Lozano cebo sálvame
Lydia Lozano cebo sálvame
Lydia Lozano cebo sálvame
Lydia Lozano como cebo sobre el coronavirus.

"Tenemos el WhatsApp colapsado" repiten desde 'Sálvame'. El programa ha convertido su línea de mensajería instantánea en un consultorio para responder dudas sobre la crisis del coronavirus.

Así, de repente, el magacín rosa de la tarde de Telecinco se ha transformado en un informativo sobre la pandemia con Carlota Corredera al frente. Ni siquiera un programa evasivo como es 'Sálvame' puede permitirse no tratar una situación de tal calado y seguir distrayendo exclusivamente con su telenovela superficial habitual. La audiencia necesita seguir en contacto con la crisis a la que asistimos y el formato ha adaptado a lo que sus seguidores demandan. A su manera, claro.

De hecho, este viernes, 'Salvame' ha recurrido a un cebo sobreimpresionado durante la emisión que abría una pantallita en la que se veía la imagen, en directo, de una famosa colaboradora del show. Estaba aislada, en su casa.

"Lydia Lozano también asume la responsabilidad de no contagiar el coronavirus y se queda en su casa, enseguida", rezaba el rótulo mientras se podía ver a la propia Lozano en su salón.

No se sabe si Lozano tiene el COVID-19, pero el programa también sigue su protocolo: introducir ciertas dinámicas del reality show al tratamiento de cada caso, por muy serio que sea. Técnicas que van desde incorporar cebos durante la emisión a introducir constantes músicas de tensión de fondo. Así se narra la historia con más ritmo e impacto televisivo. Aunque esta situación no requiera ya más impacto.

Pero, además, el equipo de 'Sálvame' sabe que sus colaboradores son los grandes protagonistas de su show, al igual que sucede en una teleserie. Eso sí, en este caso, los protagonistas hacen de sí mismos. Y, como son personajes de andar por casa, el público fiel del programa ha construido un empático vínculo con ellos. No obstante, esos espectadores asisten a su vida a diario durante casi cinco horas desde hace una década.

Los colaboradores son, por tanto, los que mejor pueden transmitir un mensaje de tranquilidad (o intranquilidad) a la audiencia. De esta forma y paradójicamente, 'Sálvame' hace estos días su particular servicio público dando voz a expertos, aportando consejos prácticos y resolviendo dudas. Lo consigue convirtiendo este contenido divulgativo en una especie de trama más de su habitual reality que engancha a tantos seguidores. 

Y, al final, con sus personajes, 'Sálvame' termina informando, aunque no haga información. Incluso, estos días, da la sensación que ha terminado aprendiendo que aquí tiene una especial responsabilidad extra. Porque el entretenimiento evasivo también puede explicar lo relevante, aunque esté postergando evadir. Volverá a distraer cuando la audiencia y sus audímetros lo demanden. Mientras tanto, todos a una, juntos, para  superar el desafío del coronavirus. Todos unidos en el compromiso con la sociedad. Hasta los maestros del reality show. No es incompatible. 

Mostrar comentarios