Claves de un formato a medida

Susi Caramelo, de reportera a estrella de un personality show hecho para el éxito

La reportera revelación de la pasada temporada, regresa con 'Caramelo', un espacio pensado para adaptar la fórmula del éxito de sus reportajes callejeros a los diferentes tempos de un programa de televisión completo. 

Susi Caramelo en su barrio.
Susi Caramelo en su barrio.
Borja Terán

Susi Caramelo ha vuelto a Movistar Plus con su micrófono de reportera. Aunque, en verdad, ha ascendido de estatus. Ya es protagonista de un personality show propio. Como lo fueron Alaska y Mario, pero sin mostrar nada de su casa. No vaya a ser que los fans descubran el portal en el que realmente vive, bromea en el arranque del primer programa de 'Caramelo' que se ha estrenado este miércoles en #0. Ha sido con una edición especial, dedicada al Orgullo LGTBI+, pues no habrá más episodios hasta septiembre. 

Pero el capítulo de lanzamiento ya evidencia que lo nuevo de Susi Caramelo apunta maneras de éxito. Movistar y El Terrat ('Late Motiv', 'La Resistencia') han diseñado un formato a medida de la cómica. Si a principios de curso (no hace ni un año) fue revelación por su descaro callejero, no tenía sentido sacar a Caramelo de este hábitat en el que se desenvuelve con amplia naturalidad.

Caramelo brilló en el programa 'Las que faltaban' con unos reportajes en los que manejaba muy bien los tiempos. Es su habilidad. Es rápida de respuesta, pero también controla las pausas, silencios, las miradas y los gestos. Lo que transforma la desvergüenza en comicidad. Pero, además, estos reportajes estaban muy bien estructurados, ya que dibujaban con destreza el hilarante contraste de carácter de Susi como reportera novata y, a la vez, engreída en su debut cubriendo una alfombra roja del cine Capitol. Y así ha regresado, reencontrándose con un Capitol cerrado por la pandemia de nuestras vidas.

Un buen punto de conexión como transición entre lo que ha sido Susi y hacia el lugar al que se dirige. Porque un programa de casi una hora no puede ser un reportaje estirado con Susi corriendo sin rumbo por la calle. Eso terminaría torciéndose en repetitivo. Así que se ha dotado al programa de más recorrido, ideando un formato tan versátil como con chicha. Vamos, un show en el que pasen cosas. Y si atesoran algo de trasfondo social, mejor.

Primer acierto: 'Caramelo' presenta un universo a mitificar de Susi. Incluso con cierto grado aspiracional por parte del espectador. Así se crea identidad e iconografía con castizas localizaciones con personajes de la España de barrio. Por ejemplo, el bar Muñiz. El antiglamour hecho glamour. 

Segundo acierto: 'Caramelo' crea una cierta trama transversal con un objetivo final, decisivo en este tipo de espacios. En este caso, la meta del programa es conseguir dar un pregón unofficial del Orgullo en Chueca.  Para conseguirlo, necesita aliados. José Manuel Parada ayuda en tal cometido. Aunque, antes, es entrevistado por la propia Susi en un set portátil de late night instalado en un huerto urbano. Todo exterior para evitar ese corsé que, a veces, sale cuando hay que medir mucho un guion, posición de cámara y luz en una grabación rápida en plató.

La comedia de Susi es carne de docushow. Y es que su descaro sin eufemismos se crece en situaciones cotidianas que, después, este género televisivo las puede hacer aún más grandes si cuenta con una buena dirección que las dote de orden, compás, iconografía y evolución. En tiempos en los que la televisión generalista se ata a lo políticamente correcto, Susi Caramelo se desata hasta propiciar la imprevisible antihéroe millennial que la audiencia nacional venía necesitando. 

)) Podcast con Susi Caramelo. Escúchalo aquí:

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