ANÁLISIS

Telecinco recupera 'El Precio Justo': cómo debe ser el retorno de un viejo concurso

Claves de la resurrección en Mediaset de un formato clásico, creado en los años 50

Joaquín Prat y las azafatas de 'El Precio Justo'
Joaquín Prat y las azafatas de 'El Precio Justo'
TVE

Mediaset recupera 'El Precio Justo'. Aquel mitificado programa en la memoria colectiva que consistía en adivinar o, al menos, acercarse al precio de los productos expuestos en sus escaparate vuelve en un momento en el que parece que todo lo recordado es susceptible de regreso.

En tiempos de incertidumbre, un buen atajo para las cadenas es optar por la nostalgia colectiva. Saben que así es más fácil colocar el programa, pues se promociona solo gracias a la fuerza de retomar algo que marcó socialmente y con una dinámica que el público conoce. No hay que explicar qué es, ya que la propia audiencia lo recuerda y, por tanto, comenta y hasta autopromociona al especular con tal resurrección audiovisual.

Lo mismo sucede con los personajes populares que inundan la televisión de hoy como reclamo. Sobre todo se tira de personajes que han calado en el recuerdo porque alcanzaron la fama cuando esta aún era transversal. Así para subir con energía la audiencia se vuelve a Belén Esteban, sin ir más lejos este fin de semana, o Isabel Pantoja. Y hablan de temas de los que se podría haber hablado en 2004.

Es decir, son perfiles de celebrities de cuando no estaba tan fragmentado como ahora el consumo de contenidos audiovisuales y en donde prácticamente son sólo los políticos en primera línea los que logran ser conocidos por todo tipo de públicos. El resto, depende de edades y aficiones. Ya no nos sentamos todos juntos a ver la televisión. Ni siquiera ante el éxito de 'La isla de las tentaciones' o 'Mujer', son líderes pero con espectadores de un perfil ampliamente bien determinado en el que no existe un intercambio generacional de conocimiento de la popularidad como antaño. La fama es más volátil que nunca. 

Pero cuando Joaquín Prat presentaba 'El Precio Justo' aún nos reuníamos en familia frente a la misma tele con ese nervio de intentar observar si quizá ese lunes algún concursante del público se llevaba el escaparate final. Esta primera etapa fue astuta, contó con uno de los comunicadores más carismáticos de la época al frente que, además, introdujo una coletilla pegadiza que favorecía una implantación mayor del concurso en la rutina de la sociedad: "A jugaaaar", repetía Prat con un característico gesto cuando anunciaba los jugadores de la noche, pues podía participar cualquiera de los que habían acudido al plató como público. Así el formato ya pintaba la épica de la expectación desde su propio arranque: ¿quién saldrá de la grada?

La mítica etapa duró entre 1988 y 1993, años más tarde se recuperó también en TVE con Carlos Lozano y, en 2006, en Antena 3 con Juan y Medio. Sin embargo, la última temporada fue cancelada por malas audiencias. El problema estuvo en que, paradójicamente, entonces el programa pareció estéticamente más antiguo que el original. No consiguió remozar la iconografía. Ese es el reto que tendrá Telecinco y la productora Freemantle ('Got Talent', 'Mask Singer', 'The Dancer'). Porque 'El Precio Justo' es un programa con una mecánica de pruebas con elementos de cartón-piedra que mal recuperados pueden ser vistos como desfasado, rancio y viejo.

De momento, han acertado con un presentador de carisma, ironía y reflejos, Carlos Sobera. Ahora hay que arroparlo con otros personajes que animen al espectador a adivinar precios -más asequible para todos los públicos que otros concursos- mientras ve el show desde casa. Ya el papel superficial de las azafatas está caduco, lo inteligente es crear un grupo de gente joven con una personalidad aspiracional -más que un físico previsible- que otorgue el empaque de coralidad al show. Lo que sirve de enriquecedor contrapunto del personaje a Sobera. También es importante la voz en off que narra cada producto. Aún rememoramos el tonillo de la conchabanza con Prat de Primitivo Rojas. Y no de otros.

Y, sobre todo, para funcionar el 'El Precio Justo' es otorgar al programa de esa percepción de gran espectáculo en el que todo puede pasar. Y ahí uno de los trucos del formato original es crear tramas con los propios productos que se exponen: que vayan de lo asequible a la ensoñación. Pero también algunos que descoloquen, que sean curiosos, hasta que sirvan de gag recurrente, que provoque esa risa cómplice entre espectador y concursante. De hecho, en España en 'El Precio Justo' se llegó a regalar hasta un viaje a la Luna... El premio se entregó, pero nunca se realizó. Aunque la expedición lunar tenía fecha y todo: 12 de octubre de 1992.

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