OPINION

TeleMadrid y el estrés: así se hace pensar al espectador

Estrés en TeleMadrid
Estrés en TeleMadrid
Estrés en TeleMadrid
Estrés en TeleMadrid.

Están los presentadores de informativos y, después, los periodistas que narran la actualidad en los informativos. Javi Gómez es de esta segunda estirpe, que entiende que la comunicación también va unida al riesgo. Porque la buena televisión se construye con cierto atrevimiento. También en información. Es la manera de evolucionar y conectar con un espectador dispuesto a que le movilicen los sentidos.

En los últimos meses, los TeleNoticias de la autonómica madrileña están intentando recuperar ese reputado tono de factoría de información próxima que ya fue antaño TeleMadrid y que la mala gestión política desvirtuó hasta un descrédito sin precedentes.

Pero TeleMadrid está volviendo a ser TeleMadrid. Sin embargo, la televisión no es igual que hace tres décadas. Hay nuevas posibilidades tecnológicas y,  sobre todo, el espectador interactúa con los contenidos televisivos de otra manera. Ahí está el interesante trabajo que está poniendo en práctica Gómez en el informativo de la noche. Lo consigue al recuperar la esencia del periodista como narrador de historias junto con la experimentación de las herramientas escénicas de las que se dispone en plató, como las pantallas. Es la manera de activar el interés de un espectador que llega al Telediario creyéndose que se las sabe todas. Y no, no se las sabe todas. Atención a este vídeo de la última semana:

Mientras Javi Gómez introduce una información sobre el estrés, la pantalla provoca una angustia visual en el ojo de la audiencia. Al final de la presentación, el periodista pone en contexto el experimento visual. 

La información en televisión no debe tener complejos a las posibilidades de la televisión. Las grandes pantallas que inundan los platós sirven más que para predecibles mapas, datos o recalcar lo obvio de lo que se está hablando. Todos los engranajes de un plató de informativos tienen que estar al servicio de enriquecer el visionado del público. Da igual su edad, su perfil o su procedencia. 

Presentaciones como esta de Gómez no sólo explican la actualidad, también dejan pensando al espectador. Lo consigue el estrés plasmado en unas pantallas como juego de tensión, pero hay más ejemplos en un informativo que, a veces, informa del cierre de un bar mítico y termina realizando un perfil social de un barrio en sólo 18 segundos.

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