OPINION

Todo por el espectáculo: los cuatro minutos de Jorge Javier Vázquez sin pantalones en Supervivientes

Jorge Javier Vázquez lectura anal Jorge Javier Vázquez
Jorge Javier Vázquez lectura anal Jorge Javier Vázquez

Un primer plano del culo, desnudo, de Jorge Javier Vázquez. Telecinco ha emitido durante cuatro minutos el culo, desnudo, de Jorge Javier Vázquez. Un tiempo que es un mundo de posibilidades en televisión.

Cuatro minutos en los que el maestro Joao leía las nalgas del presentador. La gracia empezó en una encuesta de Telecinco en la que, por supuesto, el público votó a favor de una lectura 'anal' del vidente. Así, en plena final de Supervivientes, el pitoniso ya analizó el glúteo palpando el pantalón del comunicador. Pero, entonces, había ropa.

El sketche funcionó y se ha decidido estirar como colofón de despedida del concurso este domingo. Esta vez, eso sí, ya sin pantalones.

Telecinco ha perdido el respeto a la desnudez con su presentador estrella. Sin complejos. Todo sea por el espectáculo y elevar la cuota de share. Jorge Javier ya había insinuado su culo en otros programas de la emisora, como Got Talent. Pero, ahora, su trasero ha sido protagonista durante cuatro minutos de gloria de la cadena principal de Mediaset.

¿Transgresión o exhibición? Transgresión sería si tal momento aportara realmente algo. Pero, en realidad, tres largos minutos del culo de Jorge Javier Vázquez siendo analizado por un vidente -que ya se ha creído su personaje- ha resultado innecesario. 

Supervivientes 2018 ha triunfado por su buen humor pero, a veces, hay que saber cuando termina la corrosión y empieza otra cosa. Aquí ha perdido la comedia para ganar lo zafio, que no suma ya nada a estas alturas del programa. Porque es demasiado evidente. Hasta para Telecinco.

Jorge Javier Vázquez se podía haber quedado con el gag de la semana pasada, que fue bastante divertido, pero ha quemado el chiste en la búsqueda de regalar una efectista estampa a la historia de la televisión. Esta vez, sin pantalones. 

Al final, ha sido un momento tan obvio que es olvidable. No ha estado a la altura de la lúcida labor del comunicador durante el programa, donde ha demostrado una inteligencia que no es nada obvia. Aunque, hoy, parezca más obvia tras la apoteósis en glúteos. Y es que nuestra televisión sigue siendo, a veces, demasiado evidente y regresa al retrógrado chascarrillo de discoteca hortera a las cinco de la madrugada. Somos así de contradictorios. Cualquier día de estos vuelve Arévalo al prime time, pues.

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