Y, de repente, el ex representante de Belén Esteban fichó por un talent show de celebrities de Telecinco, Levántante All Stars. La estrategia parecía redonda, entre un puñado de famosos como Bimba Bosé, Azucar Moreno o Melodi con su padre incluido, introducimos al polémico mánager del que tanto se habla en los Sálvames naranja, limón y Deluxe.
En Telecinco son expertos en esto de retroalimentar sus programas. Así que introducir al representante, el popular Toño Sanchís, es una buena oportunidad: ya no sólo por el morbo de descubrir al susodicho en un ambiente en el que aún la audiencia no le había visto, también para generar debate y chismorreos en otros shows de la cadena. De Sálvame a Ana Rosa. A simple vista, la jugada perfecta..
Aunque Toño Sanchís viene con una contraindicación de fábrica: canta más bien poco y tirando a mal. Muy mal. Es molesto de escuchar. Una debilidad que intenta paliar con su habitual chulería del gamberro de la clase, pero no es suficiente.
El paso de Sanchís por Levántate puede producir el mismo efecto que sufrió el fracasado formato de Antena 3 ¿Cantas o qué?, donde un grupo de famosos también intentaron demostrar que podían cantar. El proyecto se hundió en audiencias y fue rápidamente cancelado. El motivo: un programa musical no debe ser incómodo de escuchar. Ese fue el grave error. Todo fueron gallos en escena. De Sofía Mazagatos, Antonia Del'atte y compañía. Todo sonaba mal. Invitaba al espectador a cambiar de emisora o directamente apagar la tele. Como Toño Sanchís.
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