OPINION

'Trancas y Barrancas', Susi Caramelo y una lección televisiva

Susi Caramelo sufriendo.
Susi Caramelo sufriendo.

Cuando en 2006 nació 'El Hormiguero' en Cuatro, se dudó de incorporar a dos marionetas, Trancas y Barrancas, como irónicas antagonistas del papel de presentador de Pablo Motos. La idea era brillante. Estos dos personajes creaban iconografía mientras dinamizaban el ritmo del programa con sus ocurrencias. Pero planeaba el problema de que, poco tiempo antes, había fracasado un late night con otra marioneta incorporada: 'La azotea' que presentó Wyoming en La 1 de TVE y que contaba con una rata que aparecía por los "conductos" del aire y realizaba ingeniosas y corrosivas preguntas a los invitados. Detrás de este muñeco estaba la mirada inteligente de Moncho Alpuente

Y, claro, se pensó que quizá el público rechazaba los 'teleñecos' en programas que buscan una audiencia más adulta. Trampa en la que no cayó finalmente 'El Hormiguero', que surgía en un nuevo canal Cuatro que era creativamente valiente. Así que permitieron a Pablo Motos y Jorge Salvador su locura. Y fue un rotundo éxito que sigue vigente, ahora en Antena 3, porque es un formato bien armado que no se relaja en dosis de imaginación.

'La azotea' de Wyoming, por su parte, no funcionó por un cúmulo de factores, no por apostar por una sarcástica marioneta con forma de rata. Pero, a veces, lo que suena a éxito o fracaso en televisión se simplifica como una sentencia rígida que, encima, crea estigmas. Error, ya que el rendimiento de cada formato o profesional es un cúmulo de factores particulares del contenido, encaje de sus protagonistas e incluso del momento vital de la emisión.

En este sentido, otro ejemplo es el boom actual de Susi Caramelo. Se trata de la cómica que se ha convertido en un fenómeno viral en los últimos meses por sus descarados reportajes en la segunda (y parece que última) temporada de 'Las que faltaban' de Movistar Plus.

Caramelo también estaba en la primera etapa de este mismo formato del canal #0 de la compañía de telefónica y no destacó. Nada. Ni siquiera destacaron sus apariciones. Porque somos fruto de nuestras circunstancias. El talento también es resultado del trabajo en equipo, un artista puede destacar o no dependiendo del resto de elementos que envuelven sus posibilidades televisivas, engrandeciéndolo o escondiéndolo.

Esta semana, en plena efervescencia por sus reportajes, Susi Caramelo ha sido entrevistada en el podcast La Cabina que realizamos aquí, en La Información, donde ha desvelado: "la primera temporada (de 'Las que faltaban') me sentía como un perro atado". Pero, después, todo cambió: "he tenido la suerte de que en mi programa me han dejado ser yo, que es muy difícil en la tele", añade. La importancia de las segundas oportunidades...

Es habitual que se frenen proyectos de programas e incluso oportunidades a profesionales con un "esto o este ya no funcionó" y no se analizan a fondo los entornos por los que tal vez no destacó y podría brillar en lo próximo. Falta más perspectiva de análisis en tiempos de incertidumbre. Lo contrario que sucedió con Trancas y Barrancas. La televisión venía del fracaso de una rata en un late night pero eso no quería decir que no iban a enamorar dos coloristas hormigas en otro show. Porque todo depende de los contextos. Pero no son buenos tiempos para los contextos.

@borjateran

Mostrar comentarios