OPINION

'Tu cara me suena' cierra su temporada más olvidable y afronta su futuro en Antena 3

Miguel Fernández ganador de Tu cara me suena 6
Miguel Fernández ganador de Tu cara me suena 6
Miguel Fernández ganador de Tu cara me suena 6
Y el ganador de 'TCMS 6' ha sido...

Miquel Fernández ha ganado la temporada más fría de Tu cara me suena. El concurso de imitadores cierra etapa y afronta el desafío de renovarse de cara a una nueva edición, que debe enterrar el desgaste por veteranía del formato. Toca recuperar la ilusión de un espectador que ha perdido cierto interés en ver cómo personajes populares se transforman en mitos de la música -o, en algún caso, de mitos de lo absurdo de la música-.

Y "populares" es la primera palabra clave. Tu cara me suena debe convencer a artistas de primera división a participar en su show. Un show donde es importante contar con una buena base vocal y eso limita ya mucho los nombres posibles de artistas archiconocidos que puedan incorporarse a la séptima temporada para lograr enamorar al personal por su capacidad de jugar sin demasiadas corazas.

Ahí ha estado la segunda palabra clave, en "coraza", que es la debilidad incontrolable de esta edición: ni todos eran muy conocidos ni todos se han quitado demasiado la coraza. Así que las corazas han impedido suplir la falta de popularidad que convierte las galas en una fiesta atrayente.  Ha faltado arrolladora autenticidad, han faltado travesuras empáticas y han sobrado frases hechas de las que el espectador ya está inmune al estilo de "somos una familia feliz y conocernos es lo mejor que nos ha pasado". En ese sentido, a veces, la final de esta noche se ha parecido al desfile de agradecimientos de la ceremonia de los premios Goya pero, en esta ocasión, en boca de los concursantes caracterizados de su imitación. 

El programa ha logrado suplir parte de esas carencias potenciando el protagonismo de un jurado en estado de gracia, como son Lolita, Chenoa, Àngel Llàcer y Carlos Latre.

Pero, a pesar de sus chispeantes gags y sus apasionantes "anécdotas, anécdotas", su papel no ha sido suficiente para que se comentara socialmente un programa que destaca por el atrevido, cuidado y, a veces, juguetón planteamiento escénico e interpretativo de unas imitaciones que rescatan canciones para idolatrar, mitificar, recordar e incluso descubrir.

No obstante, aunque el actual casting de concursantes no ha terminado de cuajar en conjunto, Tu cara me suena ha seguido manteniendo el tipo en competitivas audiencias para Antena 3 y ha aguantado la calidad de factura técnica. En la final de esta noche ha brillado el planteamiento de actuaciones como Lucía Gil haciéndose un Bonnie Tyler, Raúl Pérez en el papel de Zenet o las caídas de La Terremoto de Alcorcón, que ha ido creciendo cada semana hasta aportar su particular y adulto instinto del espectáculo de varietés al talent.

Aunque especialmente emocionante en esta final ha sido la aparición de Luz Casal para asistir a su clonación de la mano de la sobresaliente Roko.

Ha sido el gran golpe de efecto que necesitaba la velada. TCMS ha conseguido emocionar con una sublime Roko que ha interpretado Besaré el suelo con su talento que va unido a lo más importante en el mundo del arte -y la vida-, va unido a una especial e inimitable sensibilidad. 

Ahora TCMS deberá preparar su retorno con incorporaciones que conquisten, de nuevo, la capacidad de sorpresa del espectador.  El programa, sin perder su esencia, necesita un buen vuelco de guion.

Tal vez un buen giro sería poner al carismático jurado a concursar. La vuelta de tuerca nunca vista: Lolita y Chenoa de concursantes oficiales de Tu cara me suena sería un acontecimiento en sí mismo, que nadie esperaría y que generaría una expectación inaudita. Lo que fomentaría un nuevo escenario del programa. Eso es la televisión. Pero, claro, para lograr este hito habría que convencer a ambas dos, y esa negociación quizá sería otro talent show. O mejor dicho, otro reality show. E inemitible.

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