OPINION

A los chavistas solo les quedaba un argumento y ése se está derrumbando

VENEZUELA-ELECTION/
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Todavía es posible encontrarse por la calle a personas que siguen defendiendo el chavismo. Dicen que la obra social que empezó Hugo Chávez es portentosa . Se refieren a las Misiones, esos extensos programas de carácter social.

He sostenido en este blog que las Misiones han sido una obra social que reconoce hasta la oposición venezolana: Barrio Adentro, para llevar médicos a los barrios pobres; Robinson para enseñar a leer; Mercal, para abastecer de precios bajos controlados a los más necesitados...

La idea central de las Misiones era erradicar la pobreza y elevar el nivel de vida de los más necesitados. Organismos internacionales han elogiado el éxtio de algunas de estas Misiones, especialmente la que permitió erradicar el analfabetismo.

Para financiarlas se recurrió a los fondos generados por PDVSA, la empresa nacional de petróleo. La cosa fue más o menos bien, hasta que el petróleo bajó de precio. Ahora no hay forma de seguir financiando ese costoso programa. Y lo peor es que se ha descubierto algunos agujeros muy graves.

En primer lugar, este programa regaló viviendas a diestro y siniestro con lo cual fomentó el derroche del Estado. Consciente del error, Maduro sugirió que los propietarios de vivienda deberían pagar una modesta parte. El pueblo se negó. Lo que se da no se quita.

Algunas misiones educativas se han usado como herramientas de penetración del chavismo. Libros de texto que alababan a Hugo Chávez y su revolución socialista.  Es como si el gobierno usara Caritas para promover el programa del PP en los comedores sociales.

Los beneficiarios eran obligados a vestir de rojo y sumarse a la propaganda del partido del gobierno. Y votar por el gobierno en las elecciones. Se ha descubierto también que algunas Misiones están muy mal gestionadas y en otras ha habido casos de corrupción.

Las misiones ya no son sostenibles por la sencilla razón de que todo el país está en recesión. Debido a la falta de planificación en tiempos de bonanza y a la nacionalización de las grandes empresas productoras, la Venezuela industrial y productiva ha sido liquidada. No hay colchón para afrontar la crisis de la caída de los precios del petróleo con otras industrias.

La misión de los precios fijos de productos básicos ha creado una cadena de especuladores y acaparadores, que compran los productos en los mercados populares y los revenden en la calle a precios más elevados, o se los llevan a Colombia.

A los beneficiarios de las misiones les están retirando sus ventajas: no hay cheques, no hay casas, no hay bonos, no hay alimentos. Por ejemplo, la Misión Hijos de Venezuela, que ayudaba con un bono a las madres solteras con hijos menores de 17 años, suspendió las ayudas. Miles de mujeres quedaron desoladas (foto de arriba).

La pobreza está regresando a Venezuela a pasos de gigante. Los pobres son cada día más pobres y tienen condiciones de vida de un país racionado. Las colas en los supermercados que vemos en televisión no están formadas por actores, sino por el pueblo, los más humildes. No llegan a fin de mes. Sus viviendas se deterioran. Les atracan. les matan. Los que viven en las zonas de ranchitos (chabolas), tienen que regresar pronto a casa y encerrarse para evitar que los delincuentes, como los zombis, los amenacen.

A los chavistas ya no les queda ni el argumento de las Misiones. Se están derrumbando.

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