OPINION

Con el billete de mayor denominación en Venezuela no compras un bocadillo

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El billete de mayor denominación en Venezuela es de 100 bolívares.

Para comprar una arepa, que es el bocadillo nacional (foto de arriba), el venezolano necesita sacar de su bolsillo casi cinco billetes de cien. Es como si nos dijeran que para pagar un bocata de calamares tuviéramos que sacar los cinco billetes de mayor denominación en España que son de 500: o sea, 2.500 euros.

The Wall Street Journal sacó hace poco un índice de la arepa hiperinflada. Es de 477 bolívares. Ese es el precio de la calle. Es la comida del pobre. Dentro de poco sobrepasará los 500 bolívares, en un país con un salario mínimo de 7.000 bolívares. O sea, una arepa equivale al 6% del salario. Te comes una al día y en una semana ya te has ventilado casi la mitad del salario. (La foto de arriba de una arepa triste es de elvenezolanonews)

Todo esto es irreal, como la economía que ha creado Nicolás Maduro en Venezuela.

La gente ya no usa billetes pequeños porque no sirven para nada. Los venezolanos tienen que cargar fajos de billetes para hacer cualquier compra, vamos, como si acabaran de atracar un banco.

Tener un billete de 100 bolívares en un país con una inflación superior al 70% es como tener pan húmedo al aire libre en casa: en poco tiempo no lo podrás comer porque se llena de moho.

Por eso los venezolanos tratan o de comprar lo que sea antes de que sea tarde, o cambiarlo por cualquier moneda del mundo que sea más estable que el bolívar.

Y el Banco Central no puede imprimir billetes más elevados porque no hay papel. El gobierno ha encargado imprimir billetes en el extranjero. Seguramente lo hará alguna casa de la moneda europea, o las varias compañías multinacionales que se dedican a este menester. Multinacionales asquerosas, claro.

Hay encima una escasez producida por la especulación. Los billetes de 100 y de 50 escapan del país a través de la frontera con Cúcuta: allí van a ser cambiados por dólares, pesos o cualquier moneda de más valor, pues la inflación se come la validez nominal del billete.

Para enfrentar este caos, el gobierno siempre toma la medida más impopular posible diciendo que está haciendo 'patria'. La última consiste en impedir a los venezolanos sacar más de 3.000 bolívares de los cajeros. Antes era de 5.000 bolívares.

Como los bancos se están quedando sin billetes de 100 también están limitando los pagos a través de ventanilla.

Algunos economistas ya están vaticinando que estamos en el límite de lo soportable. Eso lo vengo escuchando desde hace varios años.

Pero a la vista de la situación que leo en los medios y me cuentan mis familiares, tengo que reconocer que todos los signos indican que Venezuela no puede soportar más. Que realmente está al borde de un punto de giro.

Lo peor de todo es que los que están sufriendo esta situación son especialmente los pobres. Los que votaron por Maduro. Es triste que sea así.

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