OPINION

Cristina Cifuentes sigue todos los pasos de la estrategia de Sherezade

Cristina Cifuentes, este jueves en la Asamblea de Madrid.
Cristina Cifuentes, este jueves en la Asamblea de Madrid.
EFE

Los consultores políticos norteamericanos inventaro hace tiempo la locución “la estrategia de Sherezade” para definir a aquellos políticos condenados por el pueblo, pero que alargan su agonía contando historias.

Es lo que hizo la princesa Sherezade cuando el sultán la condenó a muerte. Ella le pidió que, antes de matarla, le dejara contar un cuento, el cual duraba hasta el amanecer, pero siempre se quedaba incompleto, de modo que el sultán le daba otra noche para contarlo. Así nacieron Las Mil y una noches.

Salió hace poco un libro denominado La estrategia de Sherezade, donde el autor Cris Salmon expone casos de políticos de las democracias que se aferran a sus historias para seducir a sus electores.

Desde el 21 de marzo pasado, quien está aplicando la estrategia de Sherezade punto por punto es Cristina Cifuentes. La presidenta de la Comunidad de Madrid fue acusada por eldiario.es de no haber terminado un master, ni realizado su tesis, en la Universidad Juan Carlos I de Madrid.

Cristina Cifuentes, este jueves en la Asamblea de Madrid.
La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, a su entrada a la Asamblea de Madrid. / EFE

Desde el principio, ella se defendió acusando al medio de mentiroso y diciendo que todo era un montaje o una conspiración. Los españoles dieron unos días de credibilidad a Cifuentes, hasta que aparecieron más y más pruebas contra ella: las firmas de los jueces del tribunal eran falsificadas; no se celebró la defensa ante un tribunal; no aparece el trabajo de fin de master; los implicados reconocen que alguien de arriba les dijo que mintieran…

Pero Cristina Cifuentes sigue diciendo todo lo contrario. Fue en la Universidad en julio de 2012. Estuvo allí en punto para la defensa oral de su trabajo. Duró 15 minutos. Sacó un notable. Solo le faltó decir: “Era un día soleado de julio, y el canto de los mirlos se escuchaba a través de las ventanas”.

Es la estrategia de Sherezade: inventarse un cuento para alargar la agonía.

La pregunta es: ¿Quién está agonizando? ¿Cristina o el Partido Popular?

Porque a medida que Cristina Sherezade cuente más cuentos, la agonía será para el partido, no para Cifuentes. ¿No sería mejor acabar con este dolor y que Cifuentes admitiera que se ha equivocado?

Lo digo porque dentro de un año entramos en elecciones y ya se están preparando las campañas. Ya mismo. No se puede preparar nada sin resolver el gran problema de Cristina Cifuentes.

Una de dos: o Cifuentes presenta unas pruebas que sean como el minuto 98 del partido Real Madrid-Juventus, es decir, incontestables, o entonces, la heroína del PP se ha convertido en un caso de lo que en psicología se llama “mentiroso compulsivo”.

Si no prueba en los próximos días que dice la verdad, es una mentirosa patológica. Eso significa que algo muy feo está pasando en su mente. Tiene algo más parecido a una enfermedad que a un síndrome.

Y por supuesto, si no lo puede probar, su carrera está acabada.

Es una lástima porque en torno a ella se había creado un storytelling muy potente, sobre todo a raíz de un accidente que casi le cuesta la vida. Los seres humanos pensamos que cuando alguien sobrevive al más allá, es porque tiene una misión en el mundo de acá.

Pero su misión será pasar a la historia como el vivo ejemplo de la estrategia de Sherezade. Contar cuentos para no morir.

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