OPINION

¿Debemos los periodistas limitarnos a poner el micrófono a los políticos?

Pablo iglesias microfonos
Pablo iglesias microfonos

Los políticos sueltan sus consignas, sus anuncios, sus eslóganes porque saben que los medios de comunicación lo van a recoger ¡gratis! Esas campañas les costarían a una marca de coches muchos cientos de miles de euros, pero los políticos las obtienen gratis.

A ellos les basta con que los periodistas pongan: "Fulanito dice" tal cosa. Luego, los periodistas se van con sus micrófonos y grabadoras a otro politiíco y preguntan": "¿Qué piensa de lo que ha dicho Fulatino". Y Menganito suelta su frase.

Con el periodismo de 'él dijo', o 'ella respondió', los periodistas hacemos el juego a los políticos. Somos su escaparates. Pero, se supone que la verdad es eso, ¿no? Así nos lo enseñan en las facultades.

Yo no lo creo porque con esa actitud estamos siendo utilizados por políticos que mienten o exageran. Si alguien quiere manipularnos, hay que pararle los pies.

Hace poco eso es lo que hizo The New York Times. Su código ético afirma que un periodista tiene que recoger las dos versiones sobre cualquier tema. Pero hace unas semanas se saltó un poco esté código cuando Trump reconoció que Obama no es extranjero sino que nació en EEUU.

Para ponerles al día, Trump había dicho durante muchos años que Obama había nacido fuera de EEUU, con lo cual no estaría legítimado para ser presidente de EEUU. Era mentira, claro.

Al reconocer hace poco que Obama sí había nacido en EEUU, la mayor parte de la prensa se recogió en la técnica de "Trump dice", o como mucho "Trump por fin reconoce". Pero The New York Times fue más lejos y le tachó de mentiroso en la propia noticia. "Trump abandona su mentira pero rehúsa arrrepentirse".

Eso no es una noticia: es un editorial. Un editorial es la voz del periódico, su opinión.

¿En un artículo se puede opinar?

La prensa americana lo llama 'news analysis' (nosotros, crónica). Es un género permitido que mezcla información con algo de orientación del periodista, pero que no pretende ser un editorial. Sin embargo, los 'news analysis', suelen ir junto a la noticia o después de la noticia.

Pero en este caso 'era la noticia'. No había más.

A muchos seguidores de Trump les habrá molestado esa 'opinión disfrazada de noticia' pero llega un momento en que los periodistas no deben servir de catapulta ni escaparate de nadie.

Yo, por ejemplo, he sido muy beligerante con los chavistas y con los políticos españoles que defienden (o no denuncian) el chavismo y a Maduro, entre ellos a Pablo Iglesias y a Juan Carlos Monedero. Han destrozado Venezuela: ¿tenemos que quedarnos con los brazos cruzados?

Los periódicos pueden tener orientaciones políticas pero no pueden irracionales. Si un político, sea el que sea, se está equivocando y encima quiere manipular a la prensa, hay que pararle los pies. Y hay que hacerlo evitando el periodismo declarativo, apostando por la interpretación noticiosa porque la verdad también es noticia.

(Quien se fijó en ese cambio de The New York Times fue The Athlantic. Lean aquí el artículo. Y aquí la opinión en podcast del periódico sobre por qué decidió poner que Trump mentía).

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