OPINION

Donald Trump regatea con Taiwán para obtener más beneficios de China

Donald Trump thumb up
Donald Trump thumb up

China está enfadada con Trump porque el presidente electo de EEUU ha dicho que no va a reconocer 'una sola China'. ¿Es que había varias Chinas?

Más o menos, sí.

Cuando las tropas comunistas de Mao Tse Tung fueron conquistando el territorio chino en la década de los años 40 del siglo pasado, los chinos nacionalistas decidieron huir.

Y huyeron a una isla que está a pocos kilómetros de la China continental. Era la antigua Formosa (Hermosa), un enclave descubierto por los portugueses y más tarde gobernado por españoles, que le pusieron el nombre de Todos los Santos, y hasta fundaron la ciudad de San Salvador.

La isla pasó por numerosos gobiernos: holandeses, franceses, japoneses y por fin, chinos otra vez. En 1949, cerca de dos millones de chinos que huían de Mao se refugiaron en la isla y proclamaron la independencia.

¿Es o no es de China?

El gobierno de China nunca renunció a la isla, pero los taiwandeses lograron que no metiera sus zarpas, incluso manteniendo la declaración de guerra que duró hasta 1987. De un gobierno autocrático, Taiwán pasó a una democracia. Pero los taiwaneses siempre han vivido con sus cañones apuntando a China continental, cañones que comparados con el ejército de Mao era como tener escopetas de balines.

En ese lapso, desde 1949 hasta hoy, los taiwaneses han creado uno de los territorios más prósperos del planeta. Se han especializado en tecnología hasta el punto de que muchos de los ordenadores o componentes informáticos que usamos en Occidente proceden de Taiwán.

Con ello, han dado un ejemplo de cómo se puede prosperar en una isla pequeña, sin otros recursos que la voluntad de su gente (Venezuela debería aprender).

Todo ello se debió a la educación. Los padres fundadores de Taiwán apostaron por una educación técnica, por enviar a sus estudiantes a universidades extranjeras, sobre todo de EEUU, y gracias a ello lograron aumentar el nivel de vida y la renta per capita hasta 37.000 dólares. La de España es de 29.300 dólares.

Pero China era demasiado grande para ignorarla. Consiguieron doblegar al planeta y que la ONU no reconociese a Taiwán como un país a pesar de que cumplía con todos los requisitos: democracia, población y desarrollo económico.

Incluso EEUU, viendo el mercado chino, dio la espalda a Taiwán y en los años 70 admitió la política de 'un solo país' que promulga china. Ahora Trump se echa para atrás y dice que no se siente comprometido a la política de China de los últimos 40 años. De hecho, atendió una llamada de la primera ministra de Taiwán, cuando según las normas de la diplomacia, debería haberla rechazado.

Es una provocación muy seria. Es casi un desafío a China.

Pero en realidad es una técnica de negociación de un empresario que se ha hecho millonario comprando y vendiendo propiedades inmobiliarias. Y ahora va a negociar con China.

En el comercio mundial, China ha hecho lo que le ha dado la gana: por ejemplo, copia y piratea productos norteamericanos; hace dumping laboral explotando a sus trabajadores y fabricando productos imbatibles que luego exporta; sube y baja el precio del yuan, la moneda nacional; y penetra en otros mercados usando técnicas abrasivas. Además, se está apropiando de islas del mar Meridional con la simple técnica de invadirlas y poblarlas.

A cambio de que el país más poderoso del mundo, EEUU, reconozca que Taiwán es de China, Trump espera sacar algo de partido. De hecho, las plabras de Trump fueron: "No sé por qué tenemos que estar obligados por una política de 'una China' a menos que hagamos un trato con China que tenga que ver con otras cosas, incluyendo el comercio".

Está jugando con fuego porque la prensa china ya habla de tomar Taiwán por la fuerza. Pero eso es lo que ha pasado en Occidente con China en las últimas décadas: con el miedo de que no hay que cabrear al dragón dormido, hemos dejado que sus industrias penetren en nuestros mercados y destrocen nuestras empresas.

También es verdad que a cambio, muchas empresas occidentales se han beneficiado de China. Boeing por ejemplo, espera vender hasta 11.000 millones de dólares en aviones a las líneas aéreas chinas, según revelaba The New York Times.

Creo que Trump va a tensar la cuerda hasta lograr algo que beneficie a su país, porque en el balance entre los dos países, quien gana es China. EEUU tiene acumulado un déficit comercial con China de 288.780 millones de dólares en los primeros diez meses de este año, según los datos de la oficina de comercio exterior de EEUU.

Trump va a usar ahora su palabra preferida: bargaining. Significa: regatear.

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