Esto explica por qué los españoles no han salido psicológicamente de la crisis

La economía española se está recuperando a tal ritmo que Financial Times le ha dedicado un buen artículo. Crece al PIB, baja el paro, superávit por cuenta corriente... El artículo comenta que hemos pasado de la recesión a una impresionante recuperación.

El artículo viene ilustrado por una serie de gráficos que hablan por sí solos. Por ejemplo, tras la crisis de 2008, nuestros principales y más poderosos vecinos europeos, se recuperaron más rápidamente porque aplicaron planes anticrisis. Nosotros tardamos más años en reaccionar (Zapatero no se creía la crisis), pero por fin estamos en la buena senda.

Sin embargo, hay un gráfico que llama la atención. El coste laboral unitario –el coste de los salarios, por decirlo así–, ha caído en España, mientras que el de nuestros vecinos ha subido.

Hablando claro: la economía crece, pero no los salarios. La media salarial ha bajado. Está muy por debajo de 2008, pero en Francia, Alemania, Reino Unido e Italia han subido por encima del nivel de 2008. Esta es la razón por la cual no nos creemos psicológicamente la recuperación. Es como si nuestro coche, en lugar de ir a 120 por la autopista como íbamos en 2007, vaya a 60 kilómetros por hora.

¿Quieren más pruebas?

Acaba de empezar la campaña de la renta y los que ganan menos de 22.000 euros de un mismo pagador no tienen que declarar. Pues bien, a pesar de que llevamos tres años seguidos de crecimiento, y de crecimiento fuerte del PIB, en un año solo hay 200.000 declarantes más. Dicho de otro modo: se han creado medio millón de puestos de trabajo, pero con contratos parciales o tan bajos, que no alcanza ni para sobrepasar el límite de declarar.

Casualmente, ha salido la encuesta del CIS del mes de marzo y allí se pregunta a los españoles si sienten que están mejor, peor o igual que hace un año. Respuesta: el 95% de los españoles piensa que es de 'regular' a 'muy mala'. Repito: de regular a muy mala. Solo en 4% dice que es 'buena'. Los españoles no tienen un pelo de tontos. Una cosa son las cifras macroeconómicas y otra la realidad percibida en el día a día.

A los bajos salarios añadan la deuda privada de los españoles, esos pisos y casas que compramos en los tiempos del auge, y que se siguen llevando buena parte de los ahorros.

La verdadera esperanza es que los españoles prevén que dentro de un año estaremos mejor, según el CIS. También, según el Indicador Sintético de Actividad, una especie de bola de cristal del Ministerio de Economía que se adelanta en seis meses a lo que va a pasar, la cifra de crecimiento puede sobrepasar el 3% anual.

Vamos por buen camino, pero ese camino sigue estando lleno de piedras.