OPINION

Los nuevos Diez Mandamientos del Trabajo que se resumen en uno: 'adiós'

ADIOS
ADIOS

La crisis de 2008 tuvo un impacto más profundo del que se piensa, porque perdimos muchas cosas. Desde el punto de vista laboral, estos son los diez adioses a lo que hay que acostumbrarse:

1. Adiós al trabajo para toda la vida. Hace tiempo que dejó de ser una quimera eso de tener un empleo asegurado de por vida. Hasta 2007, incluso si te despedían, estabas tranquilo porque tenías la certeza de que ibas a encontrar empleo pronto. Eso se acabó tras la crisis de 2008. Si ahora tienes un contrato, será temporal y lo renovarán año tras año.

2. Adiós a la empresa de toda la vida. Entrar en una empresa y quedarse allí toda la vida. Las empresas ya no garantizan nada. Ni lo sectores colosales como banca (o cajas de ahorro), o las empresas públicas garantices ese puesto. Hoy cierran oficinas y fábricas.

3. Adiós a la indemnización jugosa. En 2010 se permitió que las empresas pudieran despedir e indemnizar a los trabajadores con lo mínimo: 22 días por año trabajado. Hasta entonces, se calculaban 45 días porque los juzgados laborales calificaban todos los despidos de 'improcedentes'. Con la nueva ley, la mayoría ya son despidos procedentes pues se aceptan causas económicas.

4. Adiós al salario que subía y subía. Quizá mantengas tu puesto de trabajo. Quizá te dure la empresa. Pero olvídate de que tu sueldo suba cada año. Con mucha suerte lo mantendrás, pero puede ser que te lo recorten para salvar la empresa.

5. Adiós a la continuidad laboral. A lo mejor te mantienen el puesto y el nivel salarial, pero un día la empresa plantea un ERE, una de cuyas versiones es que trabajarás menos días al año, y por tanto, cobrarás solo en función de lo que trabajes.

6. Adiós a la seguridad del autónomo. Te decían que como autónomo tenías más independencia y que tú eras tu propio jefe. Cuanto más trabajaras, mejor, como los taxistas. Pero de repente llega una nueva tecnología como Uber, Bla Bla Car o Cabify que te borra del mapa en cuestión de meses.

7. Adiós a las titulaciones. Te decían que como joven tenías que estudiar carreras universitarias y que así conseguirías trabajo. Pues no, porque hay un enorme paro entre titulados universitarios, porque te prepararon para empleos que dejaron de existir.

8. Adiós a tu pensión ganada a pulso. Trabajabas años y años y al final tenías la compensación de una pensión digna. Pues ahora, por muy titulado que seas, y por buen trabajo que tengas, no es nada seguro que tengas una pensión decente al final de tu vida, desde luego, ni mucho menos como las de se jubilan ahora con tu nivel.

9. Adiós a las facilidades crediticias. Tienes un contrato indefinido, posees titulación, pero con esas 'garantías' eres incapaz de conseguir que el banco te preste dinero para comprarte un piso con tu pareja. Ni siquiera tienes dinero ahorrado para dar la entrada. Te toca vivir de alquiler, y te costará una pasta.

10. Adiós a soñar con el futuro. Antes pensabas que cada año sería mejor que el anterior. Ahora no tienes ni idea qué harás dentro de cinco o diez años, qué tecnología te impactará o qué crisis atravesarás. No tienes derecho ni a soñar.

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