OPINION

No pregunten por los nuevos móviles sino por las industrias que sacudirán

future phone
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El último modelo de Samsung Galaxy, el 7, es sumergible, tiene una memoria de 200 GB tan grande como un portátil, y posee una cámara que no tiene nada que envidiar a una cámara de fotos profesional.

En serio, los nuevos móviles son tan potentes y sofisticados, que la pregunta no es preguntar qué hay de nuevo en la feria World Mobile que se celebra en Barcelona, sino preguntarse cómo serán los móviles dentro de cinco años. O diez. (En la imagen de arriba, un prototipo).

A medida que avance la tecnología, nuestra dependencia de ella será mayor. Por un lado, nos hace cómoda la vida: podemos ver el tiempo antes de salir de casa, comprobar en qué minuto exacto llega el autobús, ver el tráfico y cambiar de ruta, comprar billetes, y pagar al banco. Hace diez años era impensable.

Pero por otro, los móviles y sus aplicaciones pueden sacudir industrias enteras.

Los taxistas por ejemplo. Ahora, una persona puede contratar un coche desde una aplicación del móvil a través de Uber. Para algunos taxistas esto puede ser el fin de su negocio. Por eso se han levantado en armas contra Uber.

Pero en Estados Unidos, muchos taxistas han puesto sus vehículos al servicio del enemigo, de Uber, y ahora tienen menos tiempos muertos. En Europa, hay una guerra desatada y no sé cómo va a terminar.

Uno de los servicios que está pasando a mejor vida es el de las personas que informaban por teléfono. Primero fueron sustituidas por sistemas de voz. Ahora, por aplicaciones que informan. Por ejemplo, hay una aplicación llamada Flightstats para saber a qué hora llega un vuelo en cualquier parte del mundo. No se necesita llamar por teléfono al costoso servicio de información de los aeropuertos o los de las aerolíneas.

¿Qué significa todo esto? Que cualquier aplicación unida a la potencia de un móvil, puede cambiar una industria de la noche a la mañana. Desde un móvil se podían hacer casi todas las operaciones bancarias, excepto pagar. Ahora ya se puede pagar. Eso afectará a los trabajos rutinarios de los bancos. Harán cada vez menos falta los cajeros y las sucursales.

Los periodistas íbamos en pareja con los fotógrafos a hacer reportajes. Con los nuevos móviles hiperpotentes, ahora el periodista es escritor y fotógrafo (y hace vídeos también). Antes llevaba una grabadora. Ahora usa la del móvil.

Como los móviles tienen cada vez más capacidad, y cada vez les llueven más aplicaciones, la pregunta es ¿qué industrias acabarán sufriendo sacudidas en los próximos cinco años? ¿Y en diez años?

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