Premios Goya: cinco polémicas que no saldrán en la gala (porque duelen mucho)

Como periodista, cada vez me gusta más la gala de los Goya porque vivimos de las polémicas. Ahí hay noticia.

Pero creo que hay otros motivos para la polémica que no saldrán en la gala. (Es que duelen mucho).

Veamos:

1. Los cinco largometrajes nominados este año a 'Mejor película" han sido un fracaso económico. Un reportaje de Sandra Ramos en lainformacion.com desgranaba esa terrible realidad. Con presupuestos entre 900.000 euros y 3,6 millones de euros, hubo dos de ellas que no llegaron ni a 100.000 euros de recaudación.

2. Obtener un premio Goya no es garantía de que la recaudación se vaya a disparar. Como contaba Borja Terán en su blog Telediaria, Blancanieves arrasó en los Goya 2013 con 10 estatuillas y no levantó sus datos en taquilla". Hay más casos: Pa Negre y La soledad.

3. Desde el gran pico de la industria del cine en 2001, el mercado ha ido cayendo sin remedio. En ese año hubo 146 millones de espectadores, de los cuales 26,2 millones fueron a ver cine español. En 2012 el mercado del cine logró 92 millones de espectadores, y a ver películas españolas acudieron 18,2 millones de espectadores. Parece que en 2013 ha sido aún peor porque no hay éxitos como Lo imposible ni Tadeo Jones.

4. En los cálculos históricos sobre recaudación y 'éxitos' hay algunas mentiras. ¿Cuánto costaba una entrada en los años setenta y cuánto cuesta ahora? No he visto cálculos coherentes. Pero una web norteamericana sí lo hace, y resulta que la película más taquillera de la historia en dólares constantes ha sido Lo que el viento se llevó. ¿Y la española? Si no hacemos estos cálculos, dentro de 15 años Lo imposible y Los otros no aparecerán en las listas por efecto de la inflación, como pasa con el cine de los años ochenta que ha desaparecido de las listas de ahora.

5. Si decimos que con seis millones de espectadores, Lo Imposible ha sido la película con más espectadores no decimos una verdad exacta. Para ser justos hay que añadir que no se pueden comparar esos seis millones en un país con 47 millones de habitantes en la España de hoy, con los espectadores que había en la España de los años ochenta o setenta, y los habitantes en España.

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