OPINION

Caída del dólar, ¿una conspiración?

Hace un año, Barack Obama encontró al culpable de que el dólar estuviera tan débil frente al euro: Bush.

Hoy el dólar está aun más débil pues ha llegado a cotizar a 1,5 dólares por euro. ¿A quién beneficia? A EEUU, por supuesto. Sus productos son más baratos. Viajar a EEUU es un chollo. Comprar gafas RayBan, un gustazo.

¿Y a quien perjudica? A los exportadores europeos.

Cada vez que el dólar alcanza estas cotas tan bajas, siempre surge el mismo tipo de artículos en la prensa mundial: "Who is behind weak dollar?" (Quién está detrás del dólar débil).

Recuerden que hace poco más de un año, se acusó al dólar débil de ser culpable de que el precio del barril de petróleo llegase al máximo histórico de 150 dólares por barril. Eso sucedió porque bajaron los tipos de interés en EEUU para reactivar la economía (un año antes había estallado la crisis de las hipotecas basura), y entonces, invertir en bonos americanos dejó de ser atractivo. Los inversores buscaron otras vías para cubrir sus pérdidas y se volcaron en el petróleo. Al menos esa es la teoría de un experto de China Institute of Contemporary International Relations, que apareció en China Daily hace un año.

Bueno, ahora el dólar está incluso más débil pero el petróleo se mantiene en los 70 dólares, menos de la mitad de lo que valía el año pasado. Nadie entiende la economía.

Pero volvamos a Obama. El año pasado ligó la debilidad del dólar a la política fiscal de Bush, el cual entonces era el presidente de EEUU. En esta ocasión, Obama es el presidente pero, ¿se culpará él mismo? En absoluto, porque un dólar débil es la mejor forma de vender productos americanos. Hay economistas como Simon Johnson del MIT, que no dudan en achacar a un plan de Obama esta caída del dólar. "El quiere más puestos de trabajo, y eso se hace cuando aumentas las exportaciones y encareces las importaciones". Y también, según Johnson, es una forma de equilibrar el déficit: "Importamos mucho más de lo que exportamos y eso nos da un gran déficit comercial".

Seguramente hay muchas cosas detrás del dólar débil: los bajos tipos de interés, que hacen poco atractivo comprar bonos americanos. La cantidad de dólares que ha inyectado el Federal Reserve Board en el sistema financiero, y ya se sabe: cuánto más dinero circule, sin que haya aumentado la producción, más se deprecia la moneda. Además, algunas economías europeas tienen signos de recuperación, lo cual traerá subida de tipos a medio plazo. Eso significa que el euro vuelve a ser moneda refugio, según informaba The Wall Street Journal. La revista The Economist afirma que el dolar no convence como moneda refugio, pero eso no es una catástrofe.

De todos modos, los ministros de economía de la UE siempre sospechan que un dólar débil es una conspiración de la industria americana contra la europea.

Conspiración o no, los norteamericanos no se sentirán muy atraídos por nuestros precios con un dólar tan debil: coches, grúas, jamones y hasta viajar a Europa es para ellos ahora más caro que nunca. Bien. Pues aprovechemos nosotros y viajemos a Nueva York, a tomarnos unos perritos calientes en la Quinta Avenida.

Mostrar comentarios