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A favor de la infidelidad primaveral

Primavera
A favor de la infidelidad primaveral.
Ayuntamiento de Madrid

Igual recuerda una campaña de ING que dio bastante que hablar en la que el ‘banco naranja’ (con perdón de Bankinter) afirmaba que firmar un préstamo con él, aunque no fuera su entidad de confianza, no era infidelidad. Sucedió en el año 2016, con un escenario económico y financiero muy distinto al actual, pero el gancho de marketing es completamente válido hoy; incluso todavía más con la sombra de turbulencias financieras. Tal vez lo recupere ahora que empieza a resucitar su histórica cuenta de ahorro.

Aunque la recomendación de que la diversificación es la base del éxito cuando se invierte parece algo muy manido, seguro que ya sabe que en materia de protección del cliente bancario existe una política democrática de ‘café para todos’ -están cubiertos los primeros 100.000 euros por titular y cuenta-, por lo que en momentos de tensión no parece mala idea recordar la recomendación de 'divide y vencerás' si en paralelo puede tener repercusiones en sus ingresos financieros. 

La lista de bancos adscritos al fondo de garantía de depósitos español es de 115, el tamaño del fondo es independiente del nombre propio (al cierre de 2022 contaba con 6.842 millones de euros) y es indiferente que el banco adscrito ofrezca un interés del 0% ó del 2% en sus depósitos y cuentas. Pero usted sí notará la diferencia cuando de repente reciba en vez de los habituales cargos una liquidación de intereses en cuenta. Era algo habitual en otra época, que ahora solo disfrutan los infieles, y que al menos compensa parcialmente la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y la subida de la hipoteca.

Aunque a la banca le gustan los clientes vinculados; esos que les confían su nómina, los recibos, la hipoteca y los planes de pensiones y los fondos de inversión, las políticas comerciales actuales son mucho más atractivas y activas para nuevos usuarios; lo que es un auténtico catalizador de la infidelidad, además de una fuente de insatisfacción para los fieles. Y aunque es un poco más engorroso tener que controlar las posiciones en varios entidades, hoy en día existen los agregadores financieros que simplifican la labor de auditoría y seguimiento de los clientes y permiten unificar el control de todas las cuentas desde un único lugar (por ejemplo su banco habitual, para que se entere de su infidelidad).

Las diferencias ya han comenzado con las campañas que se han ido sucediendo desde el verano. Conozco a alguien que acaba de recibir dos televisores nuevos en su casa en recompensa a su 'deslealtad' financiera -ahora valora si venderlos en Wallapop- y a otra persona que ha realizado un ‘split’ de bancos 1x5 en apenas un mes. Es cierto que ha incluido en esta multiplicación una cuenta de deuda pública en el Banco de España, pero no ha cerrado la puerta a progresar como infiel si surgen oportunidades, que es lo que parece atisbar en el horizonte el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos. Ahora cobra intereses en 4 cuentas, mientras que en diciembre era en ninguna. Está mejor retribuido, ha diversificado su ahorro y, en teoría, dividido su riesgo. 

Con las turbulencias que hemos visto con las quiebras de bancos en Estados Unidos y el rescate de Credit Suisse por parte de UBS, se ha vuelto a hablar de que en momentos de tensión los clientes suelen traspasar el dinero de bancos pequeños a grandes; pero la realidad es que cuando llega el traspié, lo dan tanto los sistémicos, como los regionales. Y que se resuelven, rescatan o venden en fin de semana; con las oficinas cerradas y las operaciones financieras, más limitadas, lo que ya de por sí es un 'corralito' suave para sus clientes. En el entorno SEPA en el que operamos en España, las transferencias se ejecutan en un día hábil y los sábados y los domingos no lo son. Además, lo normal es que los bancos cuenten con límites operativos diarios por ejemplo para las transferencias por Internet o las retiradas en efectivo en cajero, de manera que vaciar una cuenta con un saldo relevante no se hace en 24 ni 48 horas.

Teniendo en cuenta que la cobertura teórica está ligada al importe y no al tamaño, sin salirnos del 'seguro del fondo de garantía español', usted y yo contamos con numerosas entidades en las que invertir hasta 100.000 euros por titular y cuenta, arañar algo de rentabilidad y hacerlo sin necesidad de ‘picar’ y contratar un fondo monetario o un fondtesoro, si realmente no es lo que nos interesa. 

Aun más, si hacemos caso a la historia reciente, ni siquiera en las liquidaciones bancarias los depositantes de más de 100.000 euros han perdido ahorros. El Silicon Valley Bank es un ejemplo y, a pesar de la negativa de Janet Yellen a asegurar que todos los depositantes serán rescatados (imagine la libertad que podría dar eso para realizar una gestión financiera de alto riesgo o el posible impacto sobre las estimaciones de deuda pública o apreciación del riesgo y el coste político que supondría asegurar 18 billones de dólares en depósitos), la realidad es que los ahorros de los clientes más y menos ricos y de las empresas han sido hasta ahora respetados y todo parece indicar que el modelo a seguir no será muy distinto. Es complicado dejar caer a los depositantes, porque esto crearía un episodio de pánico financiero y un empobrecimiento generalizado que difícilmente encajaría ningún gobierno. Estados Unidos lo sabe bien porque lo creó tras el crash de 1929 y lo hizo justo con ese objetivo.

A este lado del Atlántico también parece difícil que el BCE, la JUR o la EBA tan rápidos a la hora de diferenciar el modelo de liquidación bancaria de Credit Suisse y de la zona euro para calmar al mercado con el susto de los COCOs, estuviera dispuesto a sacrificar los depósitos de las empresas o de los ahorradores europeos con más de 100.000 euros llegado el momento de afrontar una liquidación. El Banco Popular es el ejemplo práctico más cercano.

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