OPINION

Mujeres al volante

Fotografía atasco
Fotografía atasco
EFE

Fin de semana de avances. Hay elementos, acciones, que significan independencia y conducir sin duda es una de ellas.

Después de décadas de prohibición, debido a razones religiosas presentadas por los eruditos islámicos en Arabia Saudí -según el Consejo Superior de Académicos, “que las mujeres conduzcan es pecado”-, el permiso para que las mujeres puedan conducir vehículos en el país entró en vigor este domingo. La ley fue publicada el 26 de septiembre por parte del rey Salmán bin Abdulaziz, indicando que las mujeres “también” tendrán la posibilidad de conducir a partir del 24 de junio, siempre y cuando porten una licencia.

Las imágenes de las conductoras que por primera vez recorrieron las calles del país inundaron los televisores, pero no solo los de Arabia Saudí sino los del mundo entero porque Arabia Saudí era el único lugar del mundo en el que las mujeres tenían prohibido conducir. Ya por fin todas podemos acceder a esa independencia.

Más de un siglo ha pasado desde que Anne d´Uzes se convirtiera en la primera mujer con carné de conducir; era intrépida, lanzada, independiente y activista por los derechos de las mujeres. Se acercó a la velocidad y al motor, siendo fundadora en los años 20 del primer club automovilístico francés para mujeres. En 1897 fue la primera mujer en ser propietaria de un automóvil y obtuvo la primera licencia de conducir en Europa y, como anécdota en su biografía, ese mismo año la multaron por exceder la velocidad permitida de 12 km/h.

Tal es la relevancia que se esconde tras el carnet de conducir que, incluso, la F1 quiso hacer un guiño este domingo a las mujeres saudíes y su recién adquirido derecho. Así, este mismo día, una de ellas, Aseel al-Hamad, realizaba ante las miles de personas que habían acudido a presenciar el primer Gran Premio que se celebra en Francia en diez años una breve pero simbólica vuelta al circuito en un coche de la escudería Renault.

¿Y España? Francamente merece la pena detenerse en nuestra historia, en la primera que obtuvo el carné de conducir en España y en algunas reivindicaciones previas.

La coruñesa Emilia Pardo Bazán fue nuestra pionera en conducir un vehículo en el año 1904, cuando todavía estaba prohibido. Considerada la mejor novelista española del siglo XIX, ésta es una más entre las múltiples proezas que Pardo Bazán realizó en favor de la igualdad de la mujer.

Hubo que esperar a 1925 y fue Catalina García González la primera española en poseer carné de conducir. Fue un Real Decreto de 1918 el que establecía los criterios para poder hacerse con dicho título pero ¡ojo!: las mujeres debíamos presentar autorización paterna o marital para poder obtenerlo. Así q la independencia de las españolas no era tal. Como en tantas otras cosas, tuvimos que aguardar hasta 1975 para no pedir permiso.

Más allá de cuándo hemos accedido al derecho de conducir nuestro propio vehículo, o de poder conducir uno para ser profesional del volante, es curioso lo que algunas mujeres también aportaron al desarrollo de la industria y de la automoción en general.

A pesar de que el sector del automóvil siempre ha sido mayoritariamente masculino, las mujeres han jugado un papel determinante en el desarrollo de la industria automovilística y de los coches tal y como los conocemos. A lo largo de la historia han demostrado sobradamente su valía en el mundo de las cuatro ruedas y muchas de ellas han escrito así las páginas del futuro. Repasemos la trayectoria de varias mujeres que han marcado hitos importantes. Me quedo con dos: Dorothy Elizabeth Levitt y Mary Anderson.

Dorothy Elizabeth Levitt fue una piloto de automovilismo deportivo que gustaba de infringir los límites de velocidad permitidos. Levitt fue una pionera de renombre en varias áreas socio-deportivas tales como la emancipación femenina, la conducción femenina de automóviles y el automovilismo deportivo.

En su libro "La mujer y el automóvil: un manual amigable para todas las mujeres que compiten en automovilismo o desean hacerlo" escribió que las mujeres deberían "llevar un pequeño espejo de mano en un lugar conveniente cuando conduzcan", para que "puedan levantarlo de vez en cuando para ver hacia atrás cuando conduzcan en medio del tráfico".... Y así inventó el espejo retrovisor antes de que éste fuera introducido por los fabricantes de automóviles en 1914.

Cuando lo analizas te das cuenta de la destreza con que las mujeres utilizamos los pequeños espejos que se esconden por nuestros bolsos como retrovisores en las situaciones más insospechadas y nuestra capacidad desde el sentido práctico de aportar esta innovación a los vehículos. Nadie hoy se imaginaría un coche sin espejos retrovisores.

Mary Anderson, una empresaria nata; otra mujer muy práctica que utilizó su imaginación para diseñar un modelo de limpiaparabrisas. Patentó su invento en 1903 y fue tan eficaz que pronto marcas como Ford empezaron a incorporarlo a sus creaciones.

Son solo algunos ejemplos de mujeres cuyas aportaciones ayudaron al crecimiento de una industria automovilística polifacética y competente, aunque ha habido y sigue habiendo otras muchas que con su labor y experiencia contribuyen a la investigación y el desarrollo dentro del mundo del motor. Seguro que entre las mujeres de Arabia Saudí se encuentras muchas de ellas, e incluso es posible que sin haber podido conducir todavía ya hayan impulsado avances en la industria automovilística. Porque el talento y la capacidad no se frena con las prohibiciones.

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