OPINION

Vigilantes y unidos frente a Torra: si es necesario, se aplica otro 155

Torra y Puigdemont
Torra y Puigdemont

Tras las elecciones catalanas del 22 de diciembre, casi cinco meses después, se ha elegido un president de la Generalitat, Torra. Es un buen momento para recordar que hoy Puigdemont, 'el fugado', no es president porque el Gobierno de Rajoy lo recurrió al Tribunal Constitucional, por cierto sin el apoyo de Ciudadanos.

Es curioso que en sus intervenciones Torra, de tinte y sesgo xenófobo y excluyente, impropio de quien debe ser el president de todos los catalanes, pareciera hablar en nombre de Puigdemont e incluso reconociera que el presidente es Puigdemont y que las decisiones se tomarían en un inventado Consell de la República, presidido por el huido desde Berlín, así como en una asamblea de cargos electos: un Parlamento paralelo al que han elegido los catalanes. Todo ello mientras en TV3 se emitía el Pleno del Parlament con presencia, en una ventana abierta en la pantalla, del ya ex presidente de forma simultánea al discurso de Torra.

¡Ojo a lo que dijo! Es necesario sin duda reforzar los pactos ante cualquier eventual desafío independentista del nuevo Govern. No caben estructuras políticas paralelas o distintas a las contempladas por la ley. Significarían un intento de quiebra del orden constitucional y del propio Estatuto de Autonomía de Cataluña. Pero tampoco caben aplicaciones del artículo 155 con carácter preventivo cuanto estamos en el ámbito de las declaraciones, hay que esperar al momento de los hechos para la actuación firme y constitucional. Es cierto que los independentistas se sitúan un día sí y otro también al filo de la legalidad, con provocación máxima como antesala a la vulneración, pero los partidos constitucionalistas siempre deben respetar la ley.

Torra y Puigdemont
Torra y Puigdemont en Berlín. //EFE

Ante esto, solo existe la respuesta firme del Estado social y democrático de derecho del que gozamos los españoles. Eso sí, con proporcionalidad y serenidad, desde el pacto de las fuerzas políticas. Sentido en el que tanto el presidente del Gobierno y presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, como el secretario general del PSOE, principal partido de la oposición, Pedro Sánchez, ya han avanzado y anunciado a la sociedad española. Gran mensaje conjunto que a la sociedad española nos da la seguridad y tranquilidad de la serenidad y la defensa de la concordia civil.

Son momentos de mantenerse vigilantes en relación al control de las cuentas públicas de la Generalitat, como desde el acuerdo llevará a cabo el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de Cristóbal Montoro, control que se ejerce desde antes de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El propósito es garantizar que el presupuesto de la Generalitat se destine al cumplimiento de los fines de interés general para el que está previsto y no para el procés.

Son momentos también de acción exterior. El desafiante discurso supremacista de Torra debe ser rebatido en foros internacionales, especialmente en los europeos, sin dejar espacio para ninguna de las versiones falsas y demagógicas a las que los independentismos nos tienen acostumbrados.

El escenario ha cambiado y nos encontramos ante un espacio diferente. Si en octubre la cuestión era si había que aplicar o no el 155, hoy la cuestión es otra: saber qué tipo de 155 aplicar si el nuevo Gobierno vulnera las reglas del juego.

No tengamos miedo, tenemos instituciones fuertes que saben responder. Lo han hecho paralizando una declaración de independencia, destituyendo a un Gobierno, convocando nuevas elecciones, exigiendo responsabilidades penales a sus responsable, etc... en los términos de lo aprobado por el Senado y en aplicación de nuestro Estado de derecho

Toca altura de miras. Que no primen los intereses partidistas en el bloque constitucionalista. Es necesaria una posición común fuerte y sin fisuras para hacer frente a la provocación que llegue desde la Generalitat dirigida por Torra. Aquí no caben los cálculos electoralistas ni la confusión. Nadie entendería que Ciudadanos no se sume al consenso, al frente que han promovido PP y PSOE.

El president Torra sabe a lo que se expone. Si retoma el desafío, la primera ilegalidad tendrá la respuesta del Gobierno con el respaldo de todos los partidos constitucionalistas. Toca unirse por España y por los españoles.

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