Opinión

Musk y Twitter, o por qué nunca es mal momento para la compraventa de un negocio

Elon Musk
Elon Musk
DPA vía Europa Press

El viernes 28 de octubre de 2022, el magnate sudafricano Elon Musk llevó a cabo una de las transacciones de M&A más grandes de la historia (aunque todavía lejos de las primeras) tras confirmarse la adquisición del 100% de las acciones de la compañía Twitter Inc., dueña de la red social Twitter de la cual ya era uno de los accionistas mayoritarios.

La adquisición se cerró en un precio de 54,20 dólares por acción, lo que al final se tradujo en unos 44.000 millones de dólares más gastos (abogados, asesores financieros, asesores fiscales, impuestos…). El acuerdo de compraventa (para quién le apetezca leerlo, se encuentra en la página web de la SEC, el equivalente americano de la CNMV) se propuso en el mes de abril y como se ve, ha tardado más de 6 meses en completarse (más lo que llevaría de estudio preliminar por parte de sus asesores y abogados).

Más allá de las razones económicas y no económicas que hayan llevado a cabo al señor Musk, dueño de Tesla y SpaceX, a pagar esa cantidad, probablemente superior al valor de mercado atendiendo a la bajada del índice Nasdaq desde abril hasta octubre, de un 25% aproximadamente, una de las conclusiones que se pueden extraer es que, a priori, no hay que descartar una compraventa o querer entrar en el capital de una empresa, o salir de él, porque el entorno económico pueda no ser favorable o no todo lo favorable que se espera.

Y es que esta transacción se ha llevado a cabo en un contexto mundial de incertidumbre, inflación, conflictos bélicos, subidas de tipos de interés e incluso se habla de “recesiones técnicas” en la zona UE. Y si esta transacción tan grande se ha llevado a cabo, ¿por qué no voy yo a poder vender mi empresa o adquirir, o invertir en una a la que le veo potencial en este mismo escenario?

No quiero decir con esto que el “entorno” o el contexto no sean importantes y aspectos a valorar, nada más lejos de la realidad. Pero una cosa es valorarlos y tenerlos en cuenta, y otra distinta es convertirlos en barreras insalvables y descartar una operación por ellos directamente. Además, de cara a una operación de compraventa, tanto si se es

comprador como si es vendedor, se requiere tiempo de preparación y de estudio y muchas veces, desde que se comienza hasta que se lleva a cabo la operación, este entorno puede cambiar, por lo que no tiene sentido “obsesionarse” con él (que no es lo mismo que dejar de tenerlo en cuenta).

Seguro que ahora mismo muchos estáis pensando que no todos somos Elon Musk, que en 2022 cuenta su patrimonio en más de 200.000 millones de dólares (lean este artículo de FORBES) y que, claro, que así cualquiera. Pero hay que tener en cuenta dos cuestiones:

La primera y más obvia es que no somos Elon Musk, pero tampoco parece probable que la empresa que queramos comprar/vender, o similar, sea Twitter, ni en tamaño ni en número de usuarios ni en cuota de mercado.

Y la segunda es que, para llevar a cabo la transacción, Elon Musk ha tenido que pedir prestado más de 13.000 millones a un sindicato bancario (compra apalancada) además de acudir a otros inversores como el holding de un príncipe saudí que se ha convertido en el segundo máximo accionista del “nuevo Twitter” la nueva empresa o Newco (constituida en el proceso). Y todos podemos pedir financiación prestada, si el proyecto es bueno, cada uno a nuestro nivel.

Así que cualquier empresario/a que quiera llevar a cabo una estrategia de diversificación o expansión de su negocio, o bien quiera iniciar una desinversión en su empresa o quiera retirarse, que no se deje amilanar por el entorno y las previsiones directamente. Se puede encontrar comprador, vendedor o inversor incluso en la peor de las situaciones.

Seguro que si las circunstancias del entorno no son buenas puede tener más problemas de acceso a financiación o bien preferirá realizar inversiones en valores refugio mientras “pasa la tormenta”. Pero si la operación al final es buena y se está bien asesorado, en mi opinión, al final esta se llevará a cabo.

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