OPINION

Lo que Rajoy y Sánchez no ven... y dispara a Rivera en las encuestas (y es económico)

Primer día de febrero. Día plomizo y frío en Zaragoza. El Círculo Aragonés de Economía y Heraldo reciben a Albert Rivera, que tras él exito de Arrimadas en Cataluña y la evolución de Ciudadanos en las encuestas es lo más parecido a una estrella del rock que alberga el ecosistema político español. En el encuentro previo con empresarios y en el coloquio celebrado a continuación en el Hotel Reina Petronila - por otra parte lleno hasta la bandera-, los asistentes no profundizan con el político en la crisis catalana. Aparentemente, prueba superada. Tampoco insisten en los temas educativos en los que se extendió el líder de la formación naranja. Lo que realmente querían transmitir al que puede ser próximo presidente del Gobierno es que pagan muchos impuestos. Sobre todo en la transmisión de herencias.

Y mientras Rajoy se afana en el 155 y Sánchez en impulsar una difusa tasa a la banca, Rivera recoge el guante. Para la clase media trabajadora, la que más ha sufrido la crisis hasta "darse tres vueltas de cinturón", aboga por "agradecérselo" ahora con una bajada de impuestos. Y para todos, asegura que promoverá la supresión del Impuesto de Sucesiones, desde ya a través de pactos en las comunidades en que tiene peso, como Andalucía, o desde Moncloa si se da el caso. Un discurso fiscal beligerante que por momentos recordó a aquel PP que tomó el relevo del agotado PSOE de Felipe González y que acometió las dos rebajas tributarias de 1998 y 2002. Ambas sirvieron para apuntalar el círculo virtuoso que no se cansaba de glosar el tándem Rato-Montoro. El dinero, mejor en el bolsillo de los ciudadanos para dinamizar la economía.

El debate sobre la necesidad de mantener el Impuesto de Sucesiones es recurrente. Sin ir más lejos, expertos como Alain Cuenca -en estas mismas páginas- o Manuel Conthe, por citar dos casos ilustres, cuestionan los argumentos de Ciudadanos y explican que en ningún caso puede entenderse como una doble tributación, por mucho que sí pueda discutirse su gradación en determinadas transmisiones. De lo que hay pocas dudas, es de que el político catalán acierta al plantear medidas de calado en favor de la recuperación de rentas por parte de una sociedad de sobra castigada por los impuestos y los bajos salarios. Sin contar con los problemas de armonización autonómica que tiene Sucesiones y que llega a condicionar las decisiones de los contribuyentes. "Bastante jodido es morirse como para tener que decidir dónde", remachó el jueves Rivera.

Con ese discurso, Rivera juega al centro sin ambages, como aquel PP exitoso de las dos reformas fiscales. Y no es simple elucubración. El último Pulso Mensual de Metroscopia, adelantado esta semana por La Información y cada vez más una herramienta imprescindible para interpretar la realidad política, deja claro que, de celebrarse elecciones ahora, Ciudadanos sería el partido más votado con el 27,1% de los sufragios (14 puntos más que el 26-J). A continuación, vendrían el PP, con el 23,3%; el PSOE, con el 21,6%,  y Unidos Podemos, con el 15,1%. Más llamativo si cabe, el PP ha perdido dos millones de votos que han ido a parar a los 'naranjas' y el PSOE otros 750.000 votos. ¿Y de qué espectro ideológico salen esas papeletas?

"Los antiguos votantes de PP y PSOE que ahora manifiestan su intencion de votar a la formación liderada por Albert Rivera -zanja el documento- se sitúan más cerca del centro de la escala ideológica: 5,1 en el caso de las fugas que provienen del PSOE y 6 en el caso de las fugas que provienen del PP. Ciudadanos estaría, pues, aglutinando el voto de los más centristas, tanto de la derecha como de la izquierda. Cabe recordar que, en el conjunto de los españoles, casi uno de cada tres (32%) se ubica a sí mismo en el punto 5 de la escala". En esta línea y aun dejando claro que no hay datos todavía para afirmar que el momentum esté cristalizando en tendencia, Pablo Pombo, consultor político, subraya en ese mismo informe que socialistas y populares "tienen dos marcas profundamente dañadas y envejecidas, y dos líderes con serios problemas para generar confianza". Razón por la cual, "existen muchas de las condiciones necesarias objetivas para que se solidifique el ascenso de Ciudadanos". Para reflexionar.

En éstas, los representantes populares que aspiran a desempeñar un papel en el próximo abanico de comicios que se avecinan deberían pensar más en recuperar aquel espíritu de mediados de los noventa y abandonar la fijación, casi enfermiza, que tienen y demuestran por Ciudadanos a la primera ocasión que se presenta. Incrementar la subida de las pensiones de dos a cuatro euros -del 0,25% al 0,5%- no solo no va a ayudar, sino que va a inflamar la ira de los afectados. Medidas fiscales de envergadura, que ayuden a recomponer la dinamitada clase media, son una apuesta segura. Sostenible o no desde la teoría, no parece razonable tener que pedir un crédito para sufragar los impuestos que implica heredar una casa. Y eso le pasa a cualquiera, no a ricos empresarios. Rivera, hijo de autónomo, lo ha entendido. Decididamente, ha subido a escena. Rajoy y Sánchez siguen enredando con las musas.

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