El transfuguismo ahora es esto

    • A la tertuliana Irene Lozano la tránsfuga Irene Lozano no le habría durado un asalto, porque habría recordado con toda minuciosidad las invectivas que como diputada de UPyD había dedicado a los integrantes y dirigentes del PSOE.
    • No está claro qué intenta Pedro Sánchez con este juego. ¿Debilitar a UPyD? ¿Fortalecer al PSOE? Si lo ha hecho con esa doble intención, a lo mejor tiene que acabar apuntándose un sonoro tiro por la culata.
La diputada de UPyD Irene Lozano irá en las listas del PSOE en las próximas elecciones
La diputada de UPyD Irene Lozano irá en las listas del PSOE en las próximas elecciones

Habría que oír lo que diría la tertuliana Irene Lozano hace cuatro años de la tránsfuga Irene Lozano hace cuatro días. La tertuliana Irene Lozano se mostraba severa con los tejemanejes políticos, y tenía mucha razón, porque hay que exigir en beneficio de todos que en la vida política prevalezcan los criterios de integridad y desinterés personal para procurar el bien colectivo. La tránsfuga Irene Lozano no le habría durado un asalto, porque habría recordado con toda minuciosidad las invectivas que como diputada de UPyD había dedicado a los integrantes y dirigentes del PSOE o incluso a su excompañero Sosa Wagner a quien, en unas de las discusiones del partido, lo tachó de mezquino porque patrocinaba la unión con Ciudadanos.

En ese papel tertuliante ha estado de inmediato su ya también ex compañero Martínez Gorriarán, que le ha dedicado twitts feroces como éste: "@lozanoirene se ha buscado un pesebre confortable, el PSOE de los Eres falsos. La vocación de todo parásito político, vivir de los tontos". Supongo que a ella no le habrá sorprendido, como tampoco las invectivas que le dedican en voz baja los militantes socialistas, fustigados también por Gorriarán. Era algo previsible después de los ataques pasados de Lozano al partido que la acoge. En junio de 2012, se preguntaba también en Twitter si seguía existiendo el PSOE. Ahora ha visto que sí y no ha tardado en encontrar acomodo en uno de sus futuros escaños, porque lo obtendrá como número cuatro de la lista por Madrid… si la revuelta interna no acaba con su pretensión en el último minuto.

Porque esta historia ha empezado mal y hay muchos que desean que no acabe bien, pese al entusiasmo con que la ha presentado Pedro Sánchez. Es la historia de un nuevo transfuguismo, argumento que muchos están utilizando y que se acomoda a la literalidad del gesto. Tránsfuga es la "persona quepasadeunaideologíaocolectividadaotra" según la RAE. Los partidos trabajaron hace años para desterrar de la vida política a los tránsfugas que se iban con su acta parlamentaria o municipal de un grupo a otro, obteniendo muchas veces romper el equilibrio decidido en las elecciones y no se sabe qué otras gangas personales. Ahora el transfuguismo intentado es de otra especie, el trasvase de un político por su nombre, no importa la ideología, ni la diatriba previa, que Lozano mantiene vigente porque se ha negado a disculparse ante sus nuevos compañeros.

No está claro qué intenta Pedro Sánchez con este juego. ¿Debilitar a UPyD? ¿Fortalecer al PSOE? Si lo ha hecho con esa doble intención, a lo mejor tiene que acabar apuntándose un sonoro tiro por la culata. El partido fundado por Rosa Díez, tan en horas bajas, ha resultado momentáneamente espoleado por la espantada y la gente de Sánchez está apuntando la maniobra en el debe que le pondrá sobre la mesa el día que no gane las elecciones. De entrada, una dirigente del partido, Luz Rodríguez, ha sido víctima directa al ser desplazada de la lista de Madrid a la de Guadalajara. Y todos en el PSOE recuerdan el mal resultado del fichaje estrella del juez Baltasar Garzón, que no fue tránsfuga sino lo que se entiende en el argot político como paracaidista, y en el PP rememoran el escaso efecto del fichaje no menos lustroso de Manuel Pizarro. Estas operaciones aportan un brillo fugaz, desconciertan a los militantes y suelen desvanecerse más pronto que tarde.

Esto no es un pronóstico sobre el desembarco de Irene Lozano. Pero a ver si un día explica Sánchez lo que aporta al partido, y si logra convencer con ello a su gente, que no está por la labor.

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