OPINION

PP y PSOE: D’Hondt os ha venido a ver (otra vez)

Pablo Casado y Pedro Sánchez primer encuentro.
Pablo Casado y Pedro Sánchez primer encuentro.
EFE

De resultar precisa la estimación de Metroscopia para las elecciones del 28-A, esta primavera los Reyes Magos del sistema electoral español traerán regalos a PSOE y PP, saludarán a Ciudadanos y dejarán carbón, mucho carbón para Unidas Podemos y Vox. Premiarán en conjunto a socialistas y populares con un extra de 33 escaños e impedirán que podemistas y voxistas obtengan 23 representantes, lo que desde un punto de vista estricticamente proporcional a sus porcentajes de votos les corresponderían. Primas para primero y segundo, trato neutral a tercero y castigos para cuarto y quinto. Una vez más el doble rasero en las decisiones de sus majestades será motivo de sonrojo para el propio método de reparto de D’Hondt, al que injustamente se le ha venido responsabilizando de la desproporcionalidad del sistema cuando su fórmula de traducción de votos a escaños es más que digna.

Se repetirá las veces que haga falta: la culpa no es de D’Hondt, sino sobre todo de la magnitud de la circunscripción electoral, que es la provincia. No hay fórmula que logre repartir con justicia dos o tres caramelos entre cinco o más niños. Cuando D’Hondt te viene a ver, los primeros en llegar son casi siempre los primeros en llevárselos. Y esto genera y generará llantos justificados. Sin embargo, el escenario cambia (a mejor) cuanto mayor es el número de dulces a repartir entre el mismo número de interesados.

Así, la condición de primera fuerza para el PSOE en la mayoría de las provincias le recompensaría con 21 escaños más de lo que le correspondería con el 29,1% estimado (102 escaños en el Congreso, en lugar de 123). Por cierto, serían exactamente 21 escaños los que el sistema “regaló” también al PP en las últimas elecciones de 2016 (con el 33% le habrían correspondido 116 escaños y obtuvo 137).

Los populares, en esta ocasión también y pese a quedar en segunda posición, se verían “premiados” en estas nuevas elecciones con 12 escaños más (en lugar de 67 lograrían 79). Se pone de manifiesto una vez más el rol que juegan las provincias pequeñas como Soria, Ávila, Teruel, Guadalajara… en la alteración de la propocionalidad a la hora de traducir votos en sillas del Hemiciclo. Para el PP los casos de Castilla y León y Madrid representarían muy bien esta desproporción: conseguiría un 60% más de parlamentarios en CyL (13) que en Madrid (8) con la mitad de los votos.

La situación sería justamente la opuesta para Vox y, especialmente, para Unidas Podemos. Con un 14,3%, apenas una décima más que Ciudadanos, el partido de Pablo Iglesias lograría 36 escaños y el de Albert Rivera 49. Una penalización que está íntimamente relacionada con el declive de la formación morada en circunscripciones pequeñas del centro de la península (en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura podrían no obtener ni siquiera un escaño). VOX, con el 11,1%, obtendría 29 representantes y le corresponderían 39. La lección está clara: el precio de los escaños aumenta cuanto menor es el tamaño de la provincia y ahí cuarto y quinto salen perjudicados.

Simulación de la distribución de escaños para el PSOE
Simulación de la distribución de escaños para el PSOE. / La Información
Simulación de la distribución de escaños para el PP
Simulación de la distribución de escaños para el PP. / La Información
Simulación de la distribución de escaños para Ciudadanos
Simulación de la distribución de escaños para Ciudadanos. / La Información
Simulación de la distribución de escaños para Unidas Podemos
Simulación de la distribución de escaños para Unidas Podemos. / La Información
Simulación de la distribución de escaños para Vox
Simulación de la distribución de escaños para Vox. / La Información
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