OPINION

¿Recesión o desaceleración? Red Eléctrica tiene la clave

Para Goldman Sachs "una desaceleración del crecimiento es necesaria". (Foto: EFE)
Para Goldman Sachs "una desaceleración del crecimiento es necesaria". (Foto: EFE)

Cuando los expertos comienzan a discutir si nos enfrentamos a un escenario de recesión o de desaceleración, lo único que con seguridad podemos afirmar es que vienen curvas. El debate es recurrente como lo son los ciclos económicos y está basado en la diferente aproximación a las crisis que tienen los economistas. En unos casos atañen a razones de carácter, ya que los hay más optimistas y más pesimistas. En otros casos, es la argumentación maniquea en beneficio del partido político de adscripción lo que marca la posición del economista. Aquí, es curioso observar la elevada miopía que tienen los gobiernos y sus economistas para atisbar crisis, en contraste con la agudeza visual que da estar en la oposición. Otra especie de economista que también abunda por nuestros bosques es el que niega la crisis porque él no la vio venir.

En fin, todos nosotros acabamos formando parte de ese gran debate interesante, sí, y bastante estéril, también, con el que se inicia cada periodo de desaceleración o recesión económica. Ya he lanzado desde esta tribuna varias aportaciones a este debate, y hoy va una nueva andanada.

Existe un índice, extrañamente poco difundido y poco referido en los análisis económicos, el Índice Red Eléctrica (IRE), que es conceptualmente de los más adelantados, dada la importancia que el consumo de energía eléctrica tiene para la actividad productiva. Pensemos que una caída en el consumo de electricidad hoy, no se recogerá en las estadísticas de actividad, por lo menos, hasta dentro medio año. Sin embargo, la tendencia podemos apreciarla desde ahora mismo, a la vista de la evolución de este indicador. Además de la inmediatez, el índice tiene la ventaja de los pocos ajustes que sufre y que se limitan a la homogeneización de calendario y temperatura.

Pues bien, este índice en su formato general tiene pendiente negativa desde abril de 2018. Es decir, los mayores consumidores de energía eléctrica en España comenzaron hace un año a reducir su consumo. Evidentemente, esa reducción, eficiencias energéticas aparte, trae consigo una disminución de actividad que, en unos casos es transitoria y en otros, desgraciadamente, definitiva. Los datos mas recientes de este indicador nos arrojan una caída en los últimos 12 meses de casi un 2%, manteniendo la pendiente negativa.

Atendiendo a la descomposición del IRE general, apreciamos que su tendencia es coincidente con la del IRE industrial. Las gráficas de ambos presentan evoluciones similares con máximos en abril del año pasado y tendencia negativa desde entonces. Arroja el índice industrial números todavía más crudos, con una evolución negativa en los últimos 12 meses del 2,8%, alcanzando esa caída la cifra de 5,2% en el mes de febrero, ultimo dato disponible.

La evolución del IRE de servicios, por su parte, es mucho mas volátil, característica que arrastra históricamente. No obstante, se aprecia, también, un máximo en abril de hace un año y, a pesar de la gran volatilidad, se puede apreciar perfectamente la tendencia negativa. En esta caso los números son menos fríos y nos arrojan un 0,4% de crecimiento en los últimos 12 meses, pero un 0,9% negativo en el pasado mes de febrero, sesgo negativo que viene mostrando desde el pasado noviembre.

Un análisis más detallado nos permite conocer el 'ranking' sectorial en donde las actividades metalúrgicas asumen el mayor de los impactos con variaciones negativas superiores al 10%. Destaca, asimismo, la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, industria de gran importancia en nuestro país, octavo productor mundial de automóviles. En este caso apreciamos una caída del 3,3% en los últimos 12 meses, acentuada en febrero pasado con un 12,8% negativo.

Otros sectores que anuncian las curvas que mencionábamos al principio son el turismo con 3 meses en negativo; la venta de vehículos, 7 meses en negativo; construcción y servicios inmobiliarios, 5 y 7 meses en negativo, respectivamente.

En conclusión, la evolución del consumo eléctrico de los grandes productores no arroja una perspectiva positiva, una tendencia que se puede observar ya desde el mes de mayo de año pasado. Esta evolución afecta a sectores de gran importancia en la estructura económica española como el químico, la metalurgia, la fabricación y venta de vehículos, el turismo o la construcción y el inmobiliario.

Aunque el debate está encima de la mesa, probablemente sea precipitado augurar la profundidad y extensión de esta crisis. Sería más útil discutir sobre qué medidas podemos abordar para hacer que esta sea suave y corta. Sin embargo, no me cabe ninguna duda de que seguiremos perdiendo bastante tiempo en el primer debate... y solo entraremos en el segundo cuando estemos al borde del precipicio. Así es la naturaleza humana.

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