OPINION

10 maravillas congeladas que se dan en la naturaleza

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Seguimos sufriendo la tremenda ola de frío que asuela Europa, cuyas últimos coletazos nos recuerdan su virulencia. Mucho frío, pocas ganas de salir y la factura de la calefacción y el gas, por las nubes. Quizá por ello queremos recordar que estas bajísimas temperaturas, además de ser un fastidio, pueden hacer surgir cosas realmente curiosas; y hasta bellas.

En esta serie de fotos podréis descubrir algunas de las creaciones más destacables que la naturaleza ha querido regalarnos en condiciones de frío extremo y de forma fortuita. Disfruta de ellas y piensa que, si dura más este mal tiempo, quizá alguna de estas maravillas podrían un día crecer en tu jardín.

Círculos de hielo

Cuando un río con un remolino comienza a helarse, por el centro, en lugar de por los bordes, el movimiento provoca la creación de uno de estos círculos de hielo, que pueden llegar a tener dimensiones considerables. Obviamente, sólo se dan en países muy fríos y tienen cierta tendencia a aparecer en grupos.

La teoría más aceptada hasta el momento establece que los círculos se forman debido a condiciones excepcionales de la corriente de los ríos durante el congelamiento. Si el hielo de la superficie del río se acumula en mayor grado en el centro que en las orillas, bajo una corriente constante y sumamente débil, ésta lo hace girar creando un remolino que por acción de la fuerza centrífuga produce finalmente un círculo perfecto.

Puntos de nieve

Estos verdaderos bosques de bloques de hielo puntiagudos son una de las formaciones heladas más curiosas del mundo. Abundan en los Andes, donde los chilenos los han bautizado como “penitentes”, por su forma similar a las capuchas de algunos nazarenos. Su origen radica en la sublimación del aire helado que es capaz de construir estas estructuras, que pueden llegar a ser tan altas como una persona.

Caminos helados

La isla de Ellesmere, en el Ártico, es el lugar donde se producen este curioso suceso: líneas paralelas de agua sólida, que recorren el iceberg. Tienen un grosor de entre 10 y 50 metros y, aunque fueron abundantes, hoy en día el deshielo ha dejado esta maravilla en apenas unas seis zonas, localizadas al norte del país o al final de los fiordos.

Ola gigante congelada

Los movimientos glaciares crearon de manera fortuita esta gigantesca ola del Ártico, una auténtica maravilla de un tamaño colosal, que solo unos pocos han podido apreciar in situ. Ideal para hacer surf de manera controlada. Este curioso fenómeno se produce también normalmente en la Antártida, pero también en lagos de agua dulce en latitudes muy frías, donde el agua que habita bajo la superfície del lago se expande al congelarse, creciendo y formando una enorme ola de hielo.

Flores de hielo

¡Ideales para San Valentín! Estas flores se crean aleatoriamente en las capas más recientes de hielo marino. Los vapores saturados del agua salada salen por las grietas del hielo, y con el frío, vuelven a congelarse; la sal del agua llega a cristalizarse molécula a molécula. Los científicos creen que este proceso es la principal causa del agotamiento del ozono en la troposfera durante el día polar. En todo caso, son preciosas.

Tormentas de hielo

Desde luego, una tormenta de hielo puede ser una faena para miles de personas. Pero por otro lado, es evidente  que nos da imágenes de gran belleza. El gélido viento congela en el acto la humedad que porta la propia tormenta. Estas fotos pertenecen a uno de estos sucesos en Versoix, en Suiza. ¡Temblamos sólo de verlas!

Los aufeis

Los aufeis en alemán (o en siberiano “naleds”) son ultra gruesas placas de hielo que se forman en ambientes árticos y subárticos, cuando los ríos o manantiales brotan por el día a través de grietas en la superficie del hielo, convirtiéndose ese agua en una capa adicional de hielo durante la noche.

Por lo general, los aufeis son vistos con desdén por las autoridades, pues ponen en riesgo los puentes y otras infraestructuras civiles, pero los científicos se han dado cuenta de que pueden imitar este concepto de manera controlada para crear refrigeradores gigantes que se derriten durante un largo período de tiempo para enfriar Ulán Bator.

 

Lacitos congelados

¿Creación humana? No: generación espontánea. Estos lazos han aparecido en contadísimas ocasiones, y son siempre una visión de lo más curiosa. Aquí, el agua fluye lentamente por las ramas de un árbol, cambiando de estado mientras resbala o gotea por las ramitas, hasta tomar esta complicada forma.

Nenúfares gélidos

No vemos ninguna ranita posada sobre ninguno de estos nenúfares. Localizados y formados en Huseby, Suecia, aún no se ha terminado de explicar el origen de tan curiosa formación, pero casi seguro que esas plantas acuáticas ya no darán más flores.

 Copos de nieve

Sí: estos copos existen de verdad y se dan en la naturaleza sin necesidad de utilizar un microscopio. No sirven como joyas, dado su fragilidad y corta “vida”, pero siempre podremos admirarlos si alguna vez nos topamos con ellos. Estos se forman cuando pequeñas gotitas se agrupan en estado semi-líquido, crean una especie de “red”, y la gota en el centro se congela, con esa pequeña estructura a su alrededor.

Y la próxima vez que nieve o granize, ya sabéis: tened la cámara del móvil siempre lista. Nunca se sabe lo que puede uno encontrarse.

Vía Simple GreenOdee, Jazminloboc y Webecoist

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