Si hace unos días hablábamos de un nuevo adelanto por el que cualquier dispositivo eléctrico con pantalla LCD podría cargar sus baterías gracias a la luz solar, hoy buscamos una nueva forma de cargar nuestros aparatos portátiles de forma ecológica y barata: caminando.
Los investigadores Tom Krupenkin y Ashley Taylor, de la Universidad de Wisconsin-Madison, han diseñado un artilugio relleno de un líquido especial que insertado en una zapatilla corriente genera y almacena energía eléctrica gracias al movimiento de los pies al desplazarnos.
El invento, publicado en un artículo de la revista Nature Communications, consiste en una suerte de plantilla compuesta por finas láminas de distintos materiales entre las que se almacena el líquido. Aunque podría emplearse una mezcla de agua, aceite y otras sustancias corrientes, Krupenkin y Taylor apuestan por otro tipo de fluido pensado al respecto para ser más eficiente.
Según los autores, el aprovechamiento de la energía mecánica puede servir como una alternativa al uso de baterías. El problema es que aún no existía un proceso eficiente para su conversión. Con su invención, afirman aprovechar hasta el 75% de la energía generada en cada paso para almacenarla como energía eléctrica.
El problema es hacer llegar esa energía almacenada a nuestros aparatos eléctricos. Los investigadores han optado por dos métodos alternativos.
El primero, usar directamente un cable que conecte el equipo portátil a la plantilla, lo cual no dejaría de ser (cuanto menos) incómodo. Cuesta imaginar un cable uniendo nuestro calzado con la batería del móvil.
El segundo, más práctico pero un tanto limitado, ya que sólo serviría para dispositivos con conexión inalámbrica. Consiste en convertir la plantilla en un receptor Wifi, al que accedería, por ejemplo, el teléfono móvil. Según Krupenkin y Ashley, la comunicación de radio de largo alcance de nuestros dispositivos para acceder a una red es mucho más costosa en términos de consumo que las de tipo de corto alcance, como podría ser el Bluetooth. La plantilla se convertiría entonces entre un intermediario entre el móvil y la red inalámbrica, con la ventaja de estar constantemente alimentada por la energía de nuestros pasos.
Posibilidades de fabricación
75%. Los desarrolladores del invento, Kruperkin y Ashley, se han dado prisa en abrir su propia empresa, Instep Nanopower, para terminar el desarrollo y comercializar el aparato. Iniciativa no les falta. Aseguran que serán cómodos para el pie, completamente seguros para el usuario, incluso en caso de que las plantillas se dañen o se mojen, y que el precio no superará en ningún caso el del total del calzado.
La pega, bastante importante, es que ninguno de los dos métodos que proponen para transmitir la energía a nuestros gadgets resulta del todo convincente.
Imaginad los montones de inconvenientes que supondría llevar un cable desde nuestro mp3 en el bolsillo hasta la suela de nuestros zapatos. Y la alternativa, el receptor wireless, sólo valdría para dispositivos con conexión inalámbrica, y sólo para ahorrarles una parte del costo energético de la conexión, el resto de funcionalidades (pantalla, sonido, bluetooth, gps…) seguirían consumiendo a través del aparato.
Fuentes: instepnanopower.com, publico.pt, nature.com
Imágenes: instepnanopower.com, nature.com
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