OPINION

El "sistema nervioso de la Tierra", trillones de sensores para la gran ola del negocio de la computación

HP PRINCIPAL
HP PRINCIPAL

Prith Banerjee, director de HP Labs

Los sensores (de movimiento, posicionamiento, calor, estado....) se abren paso en nuestra vida, conquistando los más diversos aparatos para lograr que funcionen de forma autónoma. También las aplicaciones de consumo para permitir a estos objetos estar permanentemente conectados a Internet cada vez son más comunes.

Hacer que cada cosa, por pequeña que sea, este interconectada en una red global es el fin que busca "La Internet de los Objetos", un concepto que va tomando un cuerpo cada vez más terso de 18 meses a esta parte.

La idea es muy simple, aunque su aplicación es extremadamente difícil: si todas las cosas (libros, zapatos, comida o cualquier bien de consumo, cosa u objeto, grande o pequeño) estuvieran dotadas de sensores de identificación que comunicaran su estado a cada momento, podrían ser gestionadas por equipos de la misma manera que si lo hicieran seres humanos, y el mundo cambiaría radicalmente.

Podríamos desde trazar la vida de la manzana que nos vamos a comer con sólo tocar su etiqueta hasta localizar el lugar exacto donde están las gafas de sol que nos acaban de robar, pasando por todo un universo de control de stocks, envíos y logística en todas sus versiones.

Todo ser humano está rodeado de 1.000 a 5.000 objetos diarios, así que la Internet de los Objetos debería codificar millones de millones de objetos y seguir el movimiento de éstos por el mundo. Una tarea ímproba; pero no imposible si hay dinerito fresco detrás.

Sensor de movimiento desarrollado por HP

Uno de los que más tienen para invertir en este concepto ciertamente futurista es la multinacional Hewlett Packard (HP), que abandera el cambio a través de su proyecto CeNSE ("Central Nervous System for the Earth"), por el que no sólo aboga por dotar de sensores a todos los objetos que se mueven, sino a todas las infraestructuras del planeta, por muy fijas que estén.

La premisa básica de CeNSE es crear una red mundial de sensores que se conecta a Internet, que a su vez crea un bucle de retroalimentación con los objetos y las personas. Pongamos como ejemplo llenar de sensores las infraestructuras públicas para tenerlas controladas.

Existen 600.000 puentes en Estados Unidos, de los cuales el 30-40% se encuentran en necesidad de mantenimiento. Sin embargo, controlar un gran puente como el Golden Gate en San Francisco necesitaría, con la tecnología actual, entre 1.000 y 10.000 sensores para dar una buena imagen de su "salud" en tiempo real.

Hagan cuentas, únanlas a las de "la Internet de los objetos comerciales" y la lista de la compra de sensores se eleva casi hasta el infinito. Pero el infinito se convierte rápidamente en dólares finitos para las multinacionales que sepan gestionar este concepto incalculable. Y aunque HP, con su presupuesto, es de las pocas que podría hacerlo en condiciones, ya tiene buenos socios (como Cisco Systems) que le ayudarán dada la magnitud de la empresa.

Y ahora la pregunta: ¿Por qué HP está tan interesado en la Internet de los Objetos? La razón es que billones (o trillones, como HP tiene previsto) de sensores funcionando en todas las partes del mundo se traducirá en una explosión de datos que llegará a Internet, lo que a su vez dará lugar a una gran demanda de computadoras más potentes y un mejor tratamiento de todos esos datos. Justamente lo que mejor sabe hacer HP.

O en palabras de Peter Hartwell, uno de los cerebros detrás del ambicioso proyecto "Un billón de sensores y actuadores a nanoescala necesitará el equivalente a 1000 internets funcionando a tope: ¡es la próxima gran ola de demanda de computadoras!"

Los consumibles, a.k.a sensores, serán la guinda de tan fabuloso pastel. HP dice que los sensores podrían fabricarse de una forma "muy similar" a los cartuchos de tinta. Tal vez una diferencia clave sea que los sensores, cuando se producen en escala de masas, tienen un coste cercano a cero. Y seguramente también se podrían vender a precio de cartucho de tinta...

El negocio es tan redondo como la forma que uno le presupone a este hipotético sistema central planetario que regirá el devenir del mundo cuando se haga realidad.

Vía Next Big Future

Mostrar comentarios