OPINION

El cerebro de los pilotos profesionales servirá para desarrollar los futuros coches autónomos

shellyportada
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Imagina un futuro en que los coches conduzcan sólos, y lo hagan mejor que tú. Es el objetivo de los investigadores de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, que el pasado sábado estuvieron analizando el cerebro de un equipo de conductores profesionales para incorporar sus descubrimientos a su primer prototipo de coche autónomo.

Los dos seleccionados fueron los pilotos de un Ford GT40 de 1966 durante la Rolex Monterey Motorsports Reunion, carrera que aúna cada año todo tipo de coches clásicos en el circuito de Laguna Seca, California.

La razón de elegir estos modelos tan antiguos, según Chris Gerdes, profesor de la universidad, es que carecen de la mayoría de los sistemas electrónicos de seguridad equipados en un coche moderno; “no nos sería posible ver hasta donde llega el esfuerzo del conductor para guiar el coche y llevarlo hasta sus límites”.

Temperatura corporal, ritmo cardiaco y actividad cerebral (rellenando los cascos con electrodos) son las tres medidas fundamentales que interesan al equipo investigador para los pilotos. En cuanto al coche, es también monitorizado con multitud de giroscopios, acelerómetros y  sensores láser. La intención principal es ver la correspondencia entre coche-piloto, analizando los momentos de estrés y relajación.

Las primeras impresiones a las que llegó el equipo reflejaron que acciones como llevar el coche durante un derrape son (para el conductor experimentado) intuitivas, por lo que no se registra fuerte actividad cerebral en su realización.

Otro aspecto clave que los investigadores esperan poder comprender es la capacidad humana para adaptarse a las características del entorno: “los conductores experimentados son muy habilidosos y conocen un buen número de trucos para aplicar en la conducción […], nuestra verdadera inspiración sería llevar estos rasgos a la próxima generación de controles de Shelly”.

Shelly es el prototipo de coche autónomo de la Universidad de Stanford. Este turismo marca Audi, todavía en fase de desarrollo, ya es capaz de desenvolverse con perfecta precisión a través de un circuito de carreras sin tráfico, como podéis ver en el siguiente vídeo. Puede que dentro de unos años, la conducción por humanos sea cosa del pasado. Tiembla, Fernando Alonso.

http://youtu.be/YxHcJTs2Sxk

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