OPINION

Este chaleco de equilibrio sí que funciona

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Por fin la OCU ha tomado cartas en el asunto de las pulserillas Power Balance, el fenómeno de ventas de los últimos años y un artilugio que supuestamente permitían hacer la garza de "Karate Kid" sobre un botellín de Mahou.

José María Múgica, director general de la OCU, ha sido meridiano: “La Power Balance es un producto ‘milagro’ y no tiene ningún efecto sobre la salud”. En otras palabras, los millones de personas que se han comprado la pulserilla a 35€ han sido, básicamente, engañadas.

Ahora nuestro deseo debe dirigirse a que la Justicia caiga sobre Power Balance como una persona de 200kg que pierde el equilibrio por culpa de sus patrañas. Para ulteriores compras equilibradas recomiendo dirigirse a instituciones de sobrada solvencia, y no dejarse engatusar por personas con mucho abdominal pero poca sesera, como CR9, Guti o, si me apuran, Pablo Motos, por sólo contar con algunos de los inconscientes famosos que les han dado publicidad llevándolas.

Un buen sitio sería la UCLA, la Universidad de California, concretamente del laboratorio CASIT (Center for Advanced Surgical and Interventional Technology) que ha desarrollado un chaleco con acelerómetros en los hombros y actuadores neumáticos para proporcionar ayuda portátil para gente que perdió su sentido del equilibrio debido a una lesión o enfermedad y que tienen que aprender de nuevo a caminar.

Algunos famosos que tendrían que aprender de nuevo a caminar.

El chaleco detecta cuando el cuerpo gira y se inclina debido a los pasos. Si el tronco se tambalea, los acelerómetros en los hombros miden la descompesación y mandan una orden al sistema de control que infla varios globos de silicona de unos 2,5 cm de diámetro.

Estos globos se colocan alrededor de la parte superior del torso en forma de jaula y se inflan con presiones diferentes en distintos lugares, para indicar la zona de no-equilibrio y se pueda corregir la situación. El actuador patentado, el núcleo de este sistema, tiene una membrana especial que permite que el globo se infle con alta presión, asegurando que el usuario sentirá el empuje, proporcionando casi una retroalimentación inmediata.

Sería, hipotéticamente, como si una persona etérea andara detrás o delante del enfermo y le guiara con la punta de su dedo.

Otros tipos de actuadores sobre base de líquidos o servomotores, afirma Martin Culjat, investigador principal del proyecto, no reaccionan a 60 milisegundos como lo hace su chaleco neumático, una rapidez que es necesaria para proporcionar información en tiempo real para que los pacientes puedan permanecer en posición vertical.

Hay otros actuadores que envían señales vibratorias a varias partes del cuerpo que también trabajan muy rápido. Sin embargo, acostumbrarse a las señales vibro-táctiles lleva tiempo y la percepción de una persona de esas señales puede disminuir con el tiempo.

Con el sistema neumático todo es más fácil de aprender, ya que no hay nada más humano que un amigo que presta la fuerza y presión de su brazo para ayudar a una persona a caminar.

Vía Medgadget

Foto Famosos: Kurioso

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