INFLU, la máscara para aspirar mejor las gripes

Se supone que las mascarillas sirven para protegernos de los virus que pululan por los aires. Pero esta versión de los diseñadores Michel Bussien y Erik Sjödin sirve para todo lo contrario: para coger los virus de una manera efectiva.

La máscara incorpora una batería que impulsa un micro-aspirador montado sobre la válvula de inhalación, aumentando la ingesta de virus en el ambiente a través del sistema respiratorio. La máscara, tan cómoda que se puede usar en situaciones cotidianas, como para ir o venir al trabajo, se presenta como un “recaudador de la gripe " que aumenta el contacto, transmitido por el aire, entre los individuos.

¿Y todo ésto para qué? Según sus creadores, los portadores de la máscara INFLU “desarrollan más anticuerpos contra los virus y fortalecen su sistema inmunológico de forma natural, aunque también aumenta la posibilidad de contraer la gripe porcina (H1N1), así como la gripe estacional”.

La máscara no está recomendada para personas de mayores de 65 años, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y personas con condiciones médicas crónicas, y se trata de una crítica al gran alarmismo que se produjo el año pasado con la famosa gripe A, donde las pocas reglas lanzadas por las autoridades para prevenir la infección (lavarse las manos, ponerse mascarillas...) se repetían hasta el infinito, creando una sensación palpable de incertidumbre e inquietud entre las personas, especialmente en hacinamientos en lugares públicos.

En contraste con la histeria de la gripe pandémica, esta máscara busca romper con la dictadura del miedo para ulteriores alertas, en una suerte de alivio surrealista en un entorno donde las informaciones, aunque sean vagas y contradictorias, rigen la actuación de las personas.

Probabilidades que alguien utilice la máscara en la próxima gripe: 2%, Michel Bussien y Erik Sjödin creo que serán los únicos en llevar la contraria a las autoridades...y en experimentar si su máscara en vez de matar, a la postre inmuniza.