OPINION

National Geographic propone convertir las latas de refresco en baterías eléctricas gracias al “ladrón de joules”

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El campo base del Everest es muy parecido a un aparcamiento después de un gran botellón. Todo el paraje luce lleno de las latas de refrescos, cerveza y todo tipo de envases que brillan en contraste con el color uniforme de las rocas. Los turistas-escaladores llevan las latas hasta allí para echarse unos tragos antes de subir, pero casi nadie se acuerda de los desechos al bajar.

En lugar de ver este hecho como un problema se podría buscar una solución ecológica a un desaguisado causado por el turismo mundial de altas cotas, que incluso amenaza con dejar el Himalaya perdidito de latas.¿Por qué no usar esas latas de aluminio como pilas o baterías para recargar los aparatos que se llevan a la montaña?

Aunque quizá deberíamos pensar en grande y reformular la pregunta: ¿Por qué no desarrollar con estas latas una tecnología de generación eléctrica que permita a los países, cuya orografía hace imposible el tendido de líneas, llevar la luz a aquellos sitios donde sólo podría llegar una lata de Coca-Cola?

Gracias a un niño y a la mente de un emprendedor concienciado llamado T.H Culhane estamos más cerca de contestar el reto. En el último Simposio Anual de Exploradores que todos los años celebra National Geographic en Washington D.C se han sentado las bases de un plan para llevar la energía más barata del mundo a las zonas más inaccesibles de éste.

El proyecto comenzó, como muchas cosas empiezan hoy en día, con un vídeo de un niño en YouTube. En este video el joven (ayudado por su impaciente hermana) utilizaba una lata de aluminio, una esponjas y distintos cables para hacer una batería muy pequeña y sencilla en cuestión de minutos.

Todo gracias al "Joule Thief", un sencillo circuito eléctrico descubierto en 1999 por Z. Kaparnik que hasta un infante puede montar con multitud de materiales. Este circuito es perfecto para aprovechar al máximo nuestras pilas viejas y permite "drenar" prácticamente toda la energía de una batería, mediante la amplificación del voltaje generado por ésta.

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Cuando las pilas se han gastado y vamos a tirarlas, podemos aún sacarles partido para encender LEDS y usarlas como, por ejemplo, en una linterna. Este es el principal uso para el "ladrón de joules (o julios)", un circuito que es capaz de lograr encender un LED de alta luminosidad que comúnmente necesita 3 o 5 voltios, con una batería de sólo 1,2 voltios.

Y esa pila será la lata de refresco acoplada a un sencillo circuito retroalimentado por un transformador que se puede hacer con un cable eléctrico enrollado en forma de toroide. Al aire libre, se producirá electricidad a partir de la reacción del oxígeno en el aire con el aluminio y el "ladrón" amplificará este voltaje para utilizarla.

Debido a su simplicidad y utilidad, el circuito se ha hecho popular con el paso del tiempo, y se ha probado a rellenar la lata de distintos materiales (tierra, carbón, agua...) para facilitar la reacción. Actualmente costaría hacerlo no más de 3 euros con sencillos componentes electricos, logrando una pila recargable con materiales de desecho comunes.

T.H Culhan quiere testar esta innovación en Nepal en primer lugar. El sistema se basaría en las latas de aluminio que dejan la excesiva actividad turística, que inicialmente se llenarían de agua y ceniza de madera para acoplar el “ladrón de joules”, lo que luego también permitiría recoger hidróxido de potasio, que se utilizaría para producir biogás en una planta auxiliar.

Con el tiempo el sistema utilizará electrodos fáciles de configurar y mucho más baratos, por lo que se podría llegar a un coste del circuito de menos de 1 € sin problemas.

Sin embargo, también es importante (a parte de la simpleza del concepto y su eficiencia) que todo lo que sale de Youtube también se retroalimenta en Youtube, agrandando la idea gracias al conocido colaboracionismo de la Red.

Por eso ya corren por Internet distintos vídeos donde jóvenes Teslas de todo el mundo se muestran customizando “ladrones de joules” para optimizar su eficiencia hasta el infinito. Incluso existe un vídeo de un tío que logró encender 25 LED's de alta luminosidad con una pila AA de 1.5V y su propio circuito.

¿Te imaginas una pila AA, pero hecha en casa de desechos, para iluminar 25 lámparas? Piensa en ello como un niño y sonríe, que también algunas veces el futuro nace cuando se les enciende la bombilla a los más pequeños.

Fuente: National GeographicPhysOrg

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